Es un cuento ideal para trabajar las emociones con lxs peques. Lo hacen servir mucho como herramienta en las escoletas (al menos aquí en Catalunya) para que el niño/a identifique esa emoción que tiene y que a lo mejor no sabe ponerle nombre. A partir de este cuento, después hay en #Pinterest un millón de juegos para hacer en casa, por si os apetece chafarfear. Los colores de las ilustraciones son preciosas, con colores muy vivos y es fácil identificar el color con la emoción. Después por internet he visto que hay un pop-up de desplegables chulísimos! |