A través de fotografías y lo que estas le evocaban, el autor nos va a trasladar a su infancia, los recuerdos de aquella época que aún perduran en su memoria, y los cuales ha olvidado pero esas imágenes que los capturaron, hacen renacer. A veces, una imagen puede hacerte revivir un tiempo pasado, un olor, una sensación, un sentimiento... Aunque su autor deja claro en el prólogo que está historia tiene tintes autobiográficos, también nos cuenta que la gran mayoría es ficción. Aunque realmente eso no es lo importante de esta novela. Lo más interesante es la reflexión continua que hace el autor sobre el paso del tiempo, de como este nos cambia y como es posible mirar las mismas cosas y situaciones en diferentes épocas y sacar conclusiones muy diferentes. La forma de contar la historia es una acierto total, por cada capítulo una fotografía que evocar y una historia oculta detrás. Muchas veces, el autor recordaba perfectamente todos los secretos que encerraban aquellas imágenes. Sin embargo, otras eran una auténtica incógnita y no le quedaba más remedio que interpretar que pudo ser, pero que ya nunca sabrá con seguiridad, porque como bien hace notar durante todo el libro, la memoría a veces es traicionera, y los recuerdos se van transformando con el paso del tiempo. Toda esta reflexión sobre el paso del tiempo, la poca fiabilidad de los recuerdos y esa nostalgia entre feliz y triste ha sido mi parte favorita del libro. Además, los capítulos son tan cortos y se lee tan rápido que se disfruta mucho. ¿Mi parte menos favorita? La historia en sí. Me interesaban mucho todas las opiniones del autor, pero perdían un poco de interés cuando encauzaba esa reflexión a ese momento de su vida pasada. No terminé de entrar en su historia personal. Por lo demás, me deja con muchas ganas de seguir leyendo a Llamazares, que escribe increíblemente bien + Leer más |
El Instituto Cervantes organizó una mesa redonda en torno al libro «La narrativa española en la democracia actual. Crónica del Grand Séminaire de Neuchâtel».
La publicación traza la historia del reputado Grand Séminaire de Neuchâtel, unos encuentros internacionales organizados en Suiza durante diecinueve años dedicados a los grandes narradores españoles actuales (tales como Antonio Muñoz Molina, Julio Llamazares, Luis Mateo Díez, Juan José Millás, José M.ª Merino, Enrique Vila-Matas, Javier Marías, Álvaro Pombo, Cristina Fernández Cubas, Javier Tomeo, Bernardo Atxaga, Almudena Grandes, Luis Landero o Andrés Neuman), cuyos trabajos se han convertido en bibliografía imprescindible para los expertos en la materia.
Participaron en el acto la autora del volumen, Irene Andres-Suárez; Lidio Nieto, editor; Ángel Basanta, crítico literario; y los escritores: Luis Mateo Díez, Ana Merino, Luis Landero, Julio Llamazares y José María Merino.
Más información: https://cultura.cervantes.es/ESPANYA/es/id/166717
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