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La trama es sencilla, pero entretenida y bien elaborada. La conexión entre los protagonistas, desde el primer momento, traspasa el papel, o en este caso, la pantalla, y eso es lo que más te mantiene dentro de la lectura; lo que te hace disfrutar de los personajes. Los protagonistas me han gustado mucho, especialmente Barclays. Estamos acostumbrados al típico jefe millonario frío, arrogante o mujeriego, pero en este caso, no. Su personalidad me ha llamado mucho la atención porque es diferente. En cuanto lo conoces, te das cuenta de que es un hombre cautivador, un poco canalla, pero generoso, y de lo más tierno (aunque con ese porte, no lo parezca). De Tessa solo puedo decir que es especial. Una chica con las ideas claras, que llega a Nueva York para conseguir su primer trabajo. Este libro es un claro ejemplo de que, a veces, no hacen falta tramas complejas o pasados turbulentos para que un argumento te atrape, o conectes con los personajes. Lo mejor es la sencillez que desprende esta lectura, sin perder la intensidad o la pasión que envuelven la historia. Tal vez, lo que me ha descuadrado un poco, es que todo ocurre con demasiada rapidez (apenas en una semana); pero lo he disfrutado tanto, que no lo he visto como un aspecto negativo, pues, pese a que la relación es un poco precipitada, no hay nada forzado entre los protagonistas. Sin duda, una historia romántica, entretenida, sensual, y envolvente; con un jefe millonario, y una bloguera que busca hacerse un hueco en la ciudad que nunca duerme, pero termina encontrando mucho más que un puesto de trabajo 😉 |
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