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¿A quién no le gusta un buen romance de época? ¿A quién no le gusta una protagonista femenina con una evolución sorprendente, fuerte, decidida, testaruda, luchadora? ¿O un personaje masculino cuya imagen de hombre duro y solitario se transforma y deja ver su lado más íntimo? Por no hablar de la ambientación. Ha sido maravilloso transportarse a las laderas y a las montañas del sur. Los paisajes y escenarios encajaban a la perfección. La autora también ha sabido reflejar las diferencias sociales y culturales entre los norteamericanos y los ingleses del siglo XIX, así cómo los protocolos y el comportamiento que se esperaría de una mujer. La sociedad londinense queda reflejada, pero también la norteamericana, y el contraste es bastante curioso. A pesar de la época en la que se sitúa, Violet es una mujer muy poco sumisa y, aunque intentará mantener su decoro y formas firmemente, su lado más libre y salvaje no tardará en resurgir. A pesar de ser la hija menor de una familia adinerada que perderá toda su fortuna, y tener dos hermanos varones adultos, ella será la que haga frente a los problemas. Y uno de los problemas será Morgan. Me encanta cuando dos personajes pasan de enemigos a amantes. Creo que es uno de mis clichés favoritos. Además, la relación no se verá forzada ni sucederá al instante. Se irá forjando poco a poco, mediante pequeños detalles que iran marcando sus destinos y sus corazones. Pues son tan distintos y similares a la vez, y se complementan con una facilidad inesperada. En cuanto a la pluma de la autora; esta es muy detallista, cuidadosa, y emplea un lenguaje adecuado al contexto en el que sitúa la historia. También hay acción en todo momento y algún que otro giro inesperado hacia el final. Por lo que las más de 400 páginas que componen la novela se leen prácticamente solas. Es la primera vez que leo a la autora, pero os aseguro que volveré a repetir la experiencia. Enlace: https://booksandcauldrons.bl.. |
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