El fuego en el que ardo

4/5 estrellas.

El fuego en el que ardo, por Mike Lightwood, nos cuenta la historia de Óscar, un adolescente gay que fue sacado del clóset por la fuerza y ahora debe enfrentarse a la dura realidad de existir en un ambiente en cual el ser distinto te condena.
Sumándole el hecho de que sufre de violencia doméstica, todo en su vida parece desmoronarse de a poco, hasta que conoce a Sergio.

Dentro de la literatura con temática LGBT+ no es justamente una lectura que suelo tomar, siempre tengo inclinación por relatos más alegres o inocentes, no tan fuertes —a veces incluso se me apretaba el estómago de rabia—, pero lo necesitaba. Lo necesitaba porque no es la típica historia de romance gay que siempre vende, sino que cada página nos transporta a la parte más cruda de ser “diferente”, de no encajar y que eso le dé un motivo al resto para someterte al bullying. Por primera vez comprendo por qué mi mamá tenía tanto miedo cuando salí del clóset, supongo que por todo esto que le ocurrió a Óscar y que, afortunadamente, yo jamás experimenté. También por esto último me costó ponerme en su lugar.

Vivía con el corazón en la garganta constantemente por todo lo que el protagonista estaba sufriendo y no sé si me generaba más rabia eso o que él no hiciera nada al respecto, pero también comprendo que, en su situación, quisiera buscar la forma más sencilla de no llamar la atención ni “empeorar la situación”. de la misma manera, tuve una luz de esperanza medida que la historia fue avanzando y Óscar se hizo lo suficientemente fuerte como para hacerle frente a algunos de sus conflictos. Y acá también estuve bastante disconforme, porque el chico se propone aprender Judo, lo que me termina diciendo que planea combatir la violencia con más violencia.

De todos modos, ésta ha sido una historia de lucha, de aceptarse a uno mismo tal cual es en realidad, que nos da la oportunidad para ver sin censura alguna lo dura que es la vida a veces. El personaje de Óscar lo sentí tan bien construido, tan humano, que me da muchísima bronca saber que ahí afuera hay más personas como él que tienen que enfrentar un infierno a diario simplemente por ser quiénes son, porque no han corrido con la suerte que tuvimos muchos, y simplemente deseo poder abrazarlos a todos ellos.

Le hubiera dado la puntuación máxima de no ser porque no me convenció esto de que aparezca el chico perfecto a salvarte cuando estás dando todo por perdido, aunque reconozco que se necesita de un empujoncito para subir cuando estamos en lo más hondo de un pozo que no nos deja ver la luz. Pero, recalco, no me gustó la notable dependencia que Óscar reflecta en Sergio.

Asimismo, agradezco que todo el libro no estuviera enfocado en el romance, pues pude disfrutar muchísimo más de esas escenas bellísimas que Mike supo plasmar muy bien.

Si todo esto no les termina de convencer, déjenme decirles que la editorial ha hecho una maravilla con esta edición, es preciosa. Incluso se van a encontrar con fragmentos de canciones al comienzo de cada capítulo que los va poniendo en ambiente —eso todavía me tiene enamorada—.

Una lectura muy realista que creo que todos deberíamos leer para que nos abra un poco más los ojos. Lo recomiendo.

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