Sublime. Me dejó sin palabras esta novela por la manera en que está escrita. Ya conocía al autor por otro libro suyo llamado “Días, meses, años”, que también me encantó. Pero este es otro nivel… la manera que tiene Yan Lianke de narrar las historias me parece absolutamente única. Además, la que narra aquí le tocó especialmente cerca… y se nota como derrama su dolor en este libro y todo lo que ha sentido escribiéndolo. Me parece una obra imprescindible, aunque dura, para conocer una parte de la historia de China que ocurrió no hace muchos años.
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