Canción celestial de Balou

Una historia original e ingeniosa, narrada con un estilo poético y un tanto descarado, con toques de realismo mágico.

Yan Lianke es uno de los escritores chinos contemporáneos más conocidos y aclamados. En 2014 ganó el Premio Internacional de Literatura Franz Kafka, y una de sus premisas en relación a su literatura, es que su única intención es reflejar “la vida misma”, aunque parezca que es especialmente surrealista o trágica.

He de reconocer que esta obra, que definiría como un cuento o relato largo, parece en algunas ocasiones un sinsentido, ya que contiene elementos que encuadran dentro del realismo mágico. No obstante, a pesar de ese halo de ilusión y encantamiento que el autor logra reflejar tanto en la ambientación como en la construcción de sus personajes, consigue adentrarnos en la realidad de la vida rural. En el campo el tiempo parece detenerse y el reloj se mide en estaciones y fenómenos meteorológicos. La siembra, la recolección, las ansiadas lluvias... El ciclo de la vida se impregna de fuerzas que suelen escapar al control del hombre. Además, la atmósfera de las pequeñas aldeas aparece contaminada por las supersticiones, el miedo a todo lo que es distinto y parece fruto de maldiciones.

La familia de You Sipo es víctima de dichas creencias y costumbres, obligando a la protagonista a enfrentarse a todo y a todos para que su familia prospere y su futuro quede asegurado. El mensaje que esconde esta historia es realmente poderoso, ya que nos recuerda la importancia de la sangre como símbolo de unidad familiar, así como de la responsabilidad que deben asumir las nuevas generaciones y, sobre todo, del sacrificio de los padres para integrarse en la sociedad y conseguir que sus hijos encuentren su lugar en el mundo.

Cuando nos enfrentamos a un autor nuevo y a un tipo de literatura de la que no hemos leído apenas, como es, en mi caso, la asiática, nos enfrentamos a ella con cierto recelo, combinado con el anhelo y la ilusión por dejarnos sorprender, y la esperanza de encontrar una lectura que consiga calar en nuestra mente y regalarnos una experiencia satisfactoria. Esto es lo que ha conseguido “Canción celestial de Balou”, un título onírico y evocador que esconde una pequeña joya que os recomiendo sin dudarlo.