Trilogía involuntaria

La Ciudad es la primera novela de la Trilogía Involuntaria. Escrita en 1966, es la primera novela larga de Levrero. Está influenciada de forma bastante clara por Kafka. Ello no es óbice para que Levrero despliegue su inventiva, dotándola de personalidad. El argumento trata a grandes rasgos, de un hombre que parece deambular y tras encontrar una casa abandonada, en un lugar deshabitado, sale en busca de provisiones. Un camionero y una mujer le recogen. El personaje principal y la mujer son arrojados del camión por el conductor. Ambos llegaran a lo que llaman ciudad, pero apenas serán 300 habitantes. La mujer desaparece. Un personaje de una gasolinera, llamado Giménez acogerá a nuestro hombre. Tenemos la sinrazón, el extrañamiento de las obras de Kafka. Escenas que parecen absurdas. Un personaje que apenas entiende a los aldeanos, incluido el propio Giménez. También observamos ese punto fantástico de mucha escritura latinoamericana, caso de la obra de Felisberto Hernández; con la que se asemeja. El tema del viaje y la búsqueda de la ciudad son dos claves de la obra. Estamos ante una obra bastante interesante donde se comienza a vislumbrar el talento de Mario Levrero.

El Lugar es la segunda obra de la Trilogía Involuntaria. Continúa Levrero con la referencia de Kafka dominando la novela. El personaje principal se ve inmerso en un laberinto de puertas y estancias donde aparecen personajes estrambóticos con un habla ininteligible. Tendrá que avanzar para intentar una salida de la situación asfixiante que vive donde la mente comienza a dar signos de desestabilización. Se dan cita pocos personajes. Una muchacha que parece llamarse Mabel. En un patio se encontrará con otra serie de personajes que relata cada uno una historia diferente de como han ido a desembocar en ese sitio. Todo parece hacer referencia a un viaje interior. Los sueños y la realidad se confunden. Continúa el tema del viaje y la búsqueda de un lugar ideal para habitar, llámese ciudad, del personaje principal.

La última parte de la Trilogía Involuntaria, finaliza con París. El personaje principal parece haber hallado un lugar, una ciudad donde habitar, París; pero no identificable, más bien fantasmagórica, yendo a parar a un asilo siniestro. Todo ello producirá en él y en nosotros como lectores, como ya ocurría en las dos obras precedentes, un extrañamiento del sitio y los personajes que le rodean, del que es difícil escapar. Levrero continúa su influencia kafkiana en la obra, pero a su vez, un acercamiento al surrealismo, pues la narración está dominada por los sueños que va viviendo el personaje principal en sus sobrevuelos por los cielos de París, mezclados con escenas de playa y todo tipo de imágenes irreales mezcladas. El autor va dejando ya una obra con un sello, que posteriormente ira modificando hacia el diario, pero siempre con cierta influencia kafkiana y surreal, no tan acentuada como en La Trilogía Involuntaria.