La semilla del diablo

!Esos ojos! !como los de un animal, como un tigre, no como los de un ser humano!

O quizá haya cosas que nosotros ignoramos todavía, sobre campos magnéticos o de electrones, o lo que sea, cosas que hacen que un lugar se convierta en maligno.

Además de Isadora Duncan y Theodore Dreiser -explicó-, la casa Bramford ha albergado a gran número de personajes mucho menos atractivos. Ahí es donde las hermanas Trench realizaron sus pequeños experimentos sobre dieta, y donde Keith Kennedy celebraba sus reuniones. Adrian Marcato vivió también allí, lo mismo que Pearl Ames

No pudo separar la vista de él. Los ojos del bebé se fijaron en ella, dorado-amarillentod, y, después, en el crucifijo boca abajo que se balanceaba.

-Me di cuenta el otro día de que jamás he estado sola en mi vida, por más de unas pocas horas. Creo que pasar sin nadie tres o cuatro días será para mí un cielo.
-Una oportunidad para sentarse tranquilamente y descubrir quién eres; dónde has estado y adónde vas.
-Exacto.

Rosemary lo observaba, preguntándose qué es lo que sería en realidad, si el amable viejo charlatán, o el hijo loco de un padre loco.

Su costumbre era escribir dos libros a la vez, siguiendo con el segundo cuando se atascaba con el primero, y volviéndose hacia el primero cuando no sabía cómo continuar el segundo.

¡Por 1966, el Año Uno!, que dejó confusa a Rosemary, aunque todos parecieron comprenderlo y lo aprobaron.

¡Maldición! ¡Si estuvieran viviendo juntos sin estar casados, seguro que ya habría estado embarazada lo menos cincuenta veces!

Querida, te eligió a ti entre todas las mujeres del mundo para ser la madre de su único hijo