Yo no sé de otras cosas

“ʟᴀ ᴍᴜᴇʀᴛᴇ ᴇs ᴜɴ ᴅíᴀ ʏ ʟᴀ ᴠɪᴅᴀ ᴠᴀʀɪᴏs. (…) ʟᴀ ᴠɪᴅᴀ sɪɢᴜᴇ, sᴇñᴏʀ, ʏ ᴇʟ ᴠᴀᴄíᴏ sᴇ ʟʟᴇɴᴀ. ʏ ᴄᴏᴍᴏ ʟᴇ ᴅɪᴊᴇ ᴀɴᴛᴇs, ʏᴏ ʟᴀs ᴘᴇɴᴀs ʟᴀs ɢᴜᴀʀᴅᴏ ᴅᴇɴᴛʀᴏ, ʏ ᴀsí ɴᴏ sᴇ ᴍᴇ ᴇsᴄᴀᴘᴀɴ”.

Con la excusa de evitar que un hombre se meta en el bosque buscando a su perro, a riesgo de no volver, “porque el bosque es peligroso, señor, y la gente que se adentra en él no vuelve”, Elisa Levi nos presenta a través de lo que es casi un monólogo a Lea pequeña.

Lea tiene 19 años y “ojos de campo”, y nos va desgranando su vida en un pueblo de cuatro calles, una iglesia y un ultramarinos, un mundo que se le hace pequeño. Lea quiere volar lejos, pero quiere y no puede, puede y no quiere, porque los lazos que la unen a su familia y a sus amigos de la infancia son indestructibles.

“¿ᴀ ᴜsᴛᴇᴅ ɴᴜɴᴄᴀ ʟᴇ ʜᴀ ᴘᴀsᴀᴅᴏ ǫᴜᴇ ʟᴀ ᴠɪᴅᴀ sᴇ ʟᴇ ᴇɴʀᴇᴅᴀ? ᴘᴜᴇs ᴀ ᴍí ʟᴀ ᴠɪᴅᴀ sᴇ ᴍᴇ ʜᴀ ᴇɴʀᴇᴅᴀᴅᴏ, sᴇ ᴍᴇ ʜᴀ ʜᴇᴄʜᴏ ᴜɴ ɴᴜᴅᴏ ǫᴜᴇ ɴᴏ sé ᴄóᴍᴏ ᴅᴇsʜᴀᴄᴇʀ.”

Es una historia de amor y desamor, de pérdidas, de apariciones, de saber y no saber. Lea sabe que no sabe de muchas cosas, pero sabe de otras, sabe mucho. Y nos lo cuenta.

“ᴍɪéɴᴛᴀᴍᴇ sᴇñᴏʀ, ᴅíɢᴀᴍᴇ ǫᴜᴇ ᴍɪ ᴘᴀᴅʀᴇ sɪɢᴜᴇ ᴠᴀɢᴀɴᴅᴏ ᴘᴏʀ ᴀǫᴜí, ǫᴜᴇ ʟᴏs ᴍᴜᴇʀᴛᴏs sᴇ ǫᴜᴇᴅᴀɴ ʏ ᴇʟ ᴠᴀᴄíᴏ ǫᴜᴇ ᴅᴇᴊᴀɴ ɴᴏ ᴇs ᴍás ǫᴜᴇ ᴜɴᴀ ɴɪᴇʙʟᴀ ғɪɴɪᴛᴀ ǫᴜᴇ sᴇ ᴠᴀ ᴘʀᴏɴᴛᴏ”.

“ᴇʟ ᴏᴅɪᴏ ᴇɴ ʟᴏs ᴘᴜᴇʙʟᴏs ᴇs ᴍás ᴘᴇʟɪɢʀᴏsᴏ ǫᴜᴇ ʟᴏs ғᴜsɪʟᴇs, ǫᴜᴇ ᴇʟ ʙᴏsǫᴜᴇ ʏ ǫᴜᴇ ʟᴀ ᴇɴғᴇʀᴍᴇᴅᴀᴅ”.

La voz de Resu Belmonte es perfecta para esta narración. Me ha hecho sonreír con cada capítulo y sentirme casi como si estuviera allí, escuchando a Lea contar sus historias, cada cual más increíble, hasta llegar a un final inesperado que me ha dejado estremecida por una mezcla de dolor, amor y compasión. Y de esperanza.

¿Lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido?

Mientras fuma un cigarrillo, en el banco a la sombra frente al bosque, Lea se encuentra con un señor que acaba de perder a su perro y Lea le invita a esperarlo con ella, pues quien entra en el bosque nunca vuelve.

Y mientras esperan si el perro vuelve, Lea le contará porque ayer se acabó el mundo.


🔷 Nos encontramos con una historia sencilla sobre un pequeño pueblo de cuatro calles, donde Lea vive junto con sus padres y su hermana Nora y Lea no sabe de muchas cosas pero si sabe sobre cuidar a su hermana con problemas y sabe de campo y de la vida allí.

En primera persona iremos conociendo a algunos de los habitantes de este pequeño pueblo y conoceremos porqué Lea tiene un gran ardor en el estómago, ella quiere huir de allí, a Lea el pueblo se le queda pequeño y necesita vivir pero hay cosas que la retienen y que sabe que si se marcha, no habrá vuelta atrás, así que lo único que ella tiene claro es que no sabe de muchas cosas pero de lo que sí sabe, sirve en cualquier sitio.

Ha sido una lectura maravillosa, me ha encantado como la autora parece trasladarnos a ese banco y que seamos nosotros a quien Lea nos va narrando la historia. Un libro cortito pero que su trama nos deja varias reflexiones y que nos hace sentir con Lea todas las situaciones.

En definitiva, una muy buena lectura y que si os llama un poquito la atención, os animo a darle una oportunidad.

“¿A usted nunca le ha pasado que la vida se le enreda? Pues a mí la vida se me ha enredado, se me ha hecho un nudo que no sé cómo deshacer.”

Con una narración arrolladora, Elisa Levi nos presenta a Lea, una chica joven que vive en un pueblo de apenas cuatro calles. ¿Y qué hace Lea en este libro? Pues esta chica vierte su bilis en 170 páginas, coge carrerilla y una vez que empieza no te suelta hasta que acaba de desahogarse.

Yo no sé de otras cosas es un libro que muestra la soledad, la angustia, el encarcelamiento y asilamiento que puede suponer vivir en un pueblo que no ofrece oportunidades. El número de personas aproximadas a su edad se resume en tres, lo más interesante que le puede pasar es que una pareja decida mudarse allí, y de muchas cosas no sabrá, pero de campo y de vida en el pueblo, sabe más que nadie.

Lea se sincera y nos cuenta cómo su mundo se acaba, cómo le es imposible avanzar, cómo se siente estancada y anclada a un pueblo y una familia que la necesita. Lea se ahoga y le cuesta soltar el agua que se le acumula dentro. Solo a través de estas páginas lograremos entender su mundo y lo que necesita hacer para liberarse.

Yo no sé de otras cosas ha sido una lectura breve, pero bastante intensa. Yo no he logrado conectar del todo con sus personajes pero la atmósfera que crea su autora es asfixiante y logra transmitir el caos en el que su protagonista está inmersa a nivel personal. Dicho esto, es un libro que recomiendo bastante para aquellos interesados en leer sobre la vida de la gente joven en los pueblos extremadamente pequeños.

Yo no sé de otras cosas, de @elisalevi_ y publicado por @temasdehoy, es uno de esos libros que he leído gracias a bookstagram, porque reconozco que de inicio cuando lo conocí no me dijo demasiado, pero sus buenas reseñas en general me animaron a darle una oportunidad.

Si tuviera que describir esta novela con una palabra sería frescura; su trama, sin ser nada novedoso, me ha parecido muy interesante, pero sin duda me quedo con la maestría con la que lo plantea la autora y su manera de hacernos sentir cosas, así en general.

Desde sus primeras páginas ya sabía que iba a ser un libro que me iba a encantar y así ha sido, de principio a fin; una historia para disfrutar, sufrir, sentir, reír, llorar, amar a sus personajes y quedarte hipnotizado con la escritura de Elisa Levi. Tengo claro que esto último es lo más importante de la novela: en manos de otra persona, hubiera sido una historia del montón, pero ha sabido sacarle un jugo a una historia "simple" que me ha dejado impresionado.

Una protagonista espléndida que nos cuenta en modo monólogo su "triste" vida en un pequeño pueblo con unos peliculares amigos y familia que me han llegado al corazón.

De lo mejor que he leído estos últimos meses, para mí imprescindible. Si tenéis la ocasión, no lo dejéis pasar.

Lea vive en un pueblo pequeño, donde cuida de su hermana Nora, ayuda a su madre y admira a su padre, que se dedica al trabajo en el campo. ⠀
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A sus diecinueve años, Lea comienza a sentir un ardor en el estómago, la llama de algo que se enciende y lucha por salir, mientras se pregunta si su vida tendrá que pasarla enclaustrada en un pueblo de cuatro calles, una iglesia, un ultramarinos y un bosque que mata a todo el que entra. ⠀
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Sentada en un banco mientras se fuma un cigarro, Lea se percata de la presencia de un señor que está buscando a su perro y Lea aprovecha la oportunidad para relatarle por qué el mundo se ha acabado para ella. ⠀
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Mientras Lea charla con ese señor, el lector asiste a un relato conmovedor en el que nuestra protagonista nos cuenta la historia de su vida, de los habitantes del pueblo y de cómo el último año ha cambiado su perspectiva del mundo que la rodea. Un año que ha estado lleno de desgracias familiares, de incertidumbre y de muchas anécdotas que se han desarrollado en las cuatro calles de un pueblo donde todo se vive con exageración, desidia y tormento. ⠀
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Gracias a su historia, conocemos a su familia, a los pocos amigos que tiene y a los sentimientos negativos que la asolan cuando piensa en su futuro. En ella comienzan a anidar sensaciones que la llevan a pensar si marcharse del pueblo sería lo mejor y, a lo largo de la novela, veremos esa dicotomía entre quedarse y estar con una familia que la necesita o seguir sus instintos y romper con todo. Además, veremos cómo lidia con el dolor de la pérdida, con las ganas de conocer y vivir todo lo que no está al alcance de sus manos y con las ansias de amar y ser amada. ⠀
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Yo no sé de otras cosas ha sido una de las lecturas más interesantes, adictivas y peculiares que he leído en estos últimos meses y me ha fascinado. La pluma de Elisa me ha embelesado y su manera de narrar me ha resultado magistral. Por otro lado, la caracterización de los personajes ha hecho que los sintiera cercanos, en ese pueblo perdido y abandonado a su suerte. ⠀
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No hacen falta grandes historias para enamorarnos y esta lo ha conseguido. ¡RECOMENDADÍSIMA!