Todo modo

Un prestigioso pintor conduce de manera despreocupada por la campiña italiana cuando de repente se cruza con un letrero indicando un desvío que conduce a la ermita de Zafer a tres kilómetros.

Movido por la curiosidad decide acercarse y para su sorpresa descubre un vasto y poco vistoso edificio que ha sido construido sobre los restos de la antigua ermita. Este edificio no es otra cosa que un hotel donde una vez al año se congregan importantes políticos, reconocidos empresarios y altos cargos de la iglesia para realizar unos pretendidos ejercicios espirituales.

El principal impulsor de la creación del hotel y de la realización de los ejercicios espirituales es el padre Gaetano, persona de una gran inteligencia y don de gentes.

Entre el pintor y el padre Gaetano se crea una extraña química, ya que aunque tengan posicionamientos ideológicos contrapuestos surge una simpatía natural entre ambos que motiva que el sacerdote invite al artista a participar en las jornadas que van a celebrarse dentro de tres días.

Asistimos a la celebración de este encuentro anual de la mano del narrador, que no es otro que el pintor, observador un tanto escéptico y que es conocedor de las debilidades humanas de muchos de los presentes en las jornadas, que no dudan en aprovechar el momento para intentar cerrar algún negocio o disfrutar de la compañía de alguna amiga.

Para que no falte de nada, se comete un crimen en presencia de todos los participantes y tendrá que establecerse una compleja investigación para intentar encontrar al asesino.

Me ha parecido un libro muy recomendable. Leonardo Sciascia tiene la habilidad para establecer una narración cuidada y trabajada pero a la vez consigue que sea amena y entretenida.

El título "Todo modo" es el inicio de una definición de San Ignacio de Loyola referida al estado y las condiciones que el interviniente de unos ejercicios espirituales debe reunir para alcanzar el objetivo perseguido y mejorar la salud del alma.