Como fan de Lemire que soy, este integral tenía que caer tarde o temprano. En él se incluyen tres historias principales y otros dos relatos breves cuyo hilo común es estar ambientadas en el condado de Essex, donde el propio Lemire pasó su infancia. “Historias de la Granja” nos cuenta el relato de Lester, un niño que se ha quedado huérfano y que vive con su tío, al que ayuda en la granja dando de comer a las gallinas. Lo que más le gusta son los superhéroes y, en su ratos libres, se dedica a escribir cómics y planificar cómo acabar con los aliens que van a atacar su pueblo. Pronto le acompañará en sus andanzas un antiguo jugador de hockey que, tras un accidente, trabaja en la gasolinera del pueblo. A lo largo de cuatro estaciones veremos cómo evoluciona la relación de Lester con su tío y su progresiva aceptación de la pérdida. En “Historias de fantasmas” el protagonista es Lou Lebeuf, un anciano sordo y alcohólico con demencia al que le acuden los fantasmas del pasado, entre los que se encuentran su hermano Vince y su mujer, de la que (como no) él también estaba enamorado. Sus recuerdos nos trasladan a la época feliz en la que ambos hermanos jugaron en el mismo equipo de hockey, pero con la vuelta a la granja de Vince junto a su mujer para formar una familia la relación se enfría y no será hasta años después que Lou recupere el contacto con ellos. La última historia, “La enfermera rural”, contiene dos arcos temporales, uno en el presente protagonizada por Anne, enfermera rural, y otro ambientado a principios del siglo XX protagonizado por una monja que cuida de los huérfanos del orfanato en el que trabajaba hasta que se incendió. Aunque este último tomo parece alejarse de los otros dos es en realidad un perfecto cierre del círculo, puesto que varios de los personajes están enlazados con los aparecidos en sus precedentes. La edición integral incluye otras dos historias cortas que también añaden información al conjunto. Me ha sorprendido saber que este fue el primer cómic del autor, porque demuestra controlar la narrativa y entender bastante bien el alma humana. ¡Lemire sabe bien cómo dar donde duele! + Leer más |