Vestido de novia

Digamos que el libro tiene dos partes diferenciadas. En la primera se nos presenta al personaje protagonista, Sophie. Una mujer que ha sufrido mucho, que adolece de esas pérdidas de memoria que la hacen desconfiar de sí misma, y cuya rutina, ya de por sí penosa, se ve destrozada por un crimen atroz. A partir de ahí, seguimos la huida que emprende, y que por un momento a mí me hizo pensar que el libro iba a seguir por esos derroteros. Lo cual, no me parecía buena idea, porque ya por la mitad de esa sección, se me estaba haciendo bastante cuesta arriba, monótono. Y eso que la pobre Sophie las pasa fatal. Todo lo malo que puede pasarle, le pasa.

En la segunda parte, la narración cambia radicalmente. Casi parecía un libro totalmente distinto: otra voz narradora, el cambio de tiempo. La otra cara de la moneda, la realidad sobre lo que pasa. Y tres cuartos de lo mismo: si es cierto que tanto una parte como otra de la novela se necesitan entre sí, a ambas le sobran bastantes cosillas, porque una vez afianzada la idea de lo que ha ocurrido y lo que está pasando, continuar ahondando en eso aportando más detalles hace la lectura bastante tediosa.

Los saltos temporales, sobre todo por el final, me han confundido un poco. En las secciones anteriores, la narración aporta la fecha exacta como si se tratase de un diario, pero llegando a la conclusión, en el climax, las fechas que nos guiaban desaparecen por completo y la voz narrativa salta de un personaje a otro sin avisar. de haberlo leído, estoy segura de que me habría costado entender quién estaba haciendo qué o cuándo. Por suerte, he "leído" la versión de audio, con dos actores para dar vida a cada uno de los personajes que sirven de foco narrativo y que ayudan muchísimo a situarnos.

La motivación que empuja todo este carrusel tarda mucho en aparecer, y lo hace casi exponiéndose a modo de infodumping, a través de documentos de terceros.

Un thriler que te hará desconfiar de tu memoria, aunque con pocas sorpresas.