No es para nada como Matar a un Ruiseñor. Nos encontramos con una protagonista que tiene 26 años y que no ha madurado como debiera hacerlo. Así que cuando llega de vacaciones a su casa de Maycomb comienza a ver que las cosas que ella creía y que con las que creció ya no son como eran. La desigualdad racial ha aumentado y la inestabilidad social se huele en las calles. De una forma torpe y dolorosa, Jean Louise abrirá los ojos a la realidad de los asuntos sociales que tienen que ver con las diferencias sociales y el intento por hacer iguales a todas las personas sin depender de la raza por parte del gobierno. Podríamos dividir el libro en dos partes: la primera en cuanto Scout llega y prácticamente solo recuerda aventuras de cuando era pequeña; y la segunda, cuando comprende la verdadera situación social en la que vive y despierta de su inocencia infantil. Por supuesto mejora en la segunda parte, pero la autora lo hace completamente retorcido al añadir trozos de sermones metodistas y citas de libros y personas que no tienen relevancia con la historia. Y al final te queda un regusto un tanto amargo de que en el primer libro ha luchado por la igualdad sin condiciones y en este ha dado un paso atrás y se ha dado cuenta que las cosas no son blancas o negras, que hay situaciones que justifican ciertos procedimientos. Y todo eso solamente en tres días desde que ella llega a casa desde Nueva York. Enlace: https://elmundodeavallerei.w.. |