184

Este es un libro más cercano a la ciencia ficción que al terror y eso que la historia comienza con un hombre en un crematorio a punto de ser lanzado a las llamas. Él no sabe qué está ocurriendo, la única pista de la que se vale es una gran cicatriz en su cráneo y el tatuaje de un código de barras en su nuca junto a un número: 184. Ambientado en la Barcelona actual, toca el tema de enfermedades extrañas, muertes sospechosas y experimentos humanos.

Escrito con un lenguaje vivo, a veces un poco juvenil, acompañado en ciertos momentos por humor, destaca el cambio de narrador, en tercera persona unos y en primera lo que mueve nuestro protagonista principal. Se lee de manera rápida, eso se debe a sus capítulos cortos, alguno incluso de una sola página. Cada capítulo lleva el nombre del personaje en que en ese momento vamos a leer, tendremos varios de ellos tanto femeninos como masculinos, con una personalidad terrible. Bueno, tampoco es que sea tan cruel, es que vamos a ver la parte humana menos agradable. Personajes que usan un vocabulario bastante vulgar y explícito, aunque he de reconocer que esa jerga callejera quedó bien dándole un toque realista, pero sentí a mi entender que les faltó un poco más de desarrollo. También los temas que tocó no llegó a profundizarlos del todo dejando preguntas en el aire. Pero aun así Iván Ledesma narra una intrigante novela dura con un fondo oscuro.

La novela se construye en torno al protagonista conocido como 184. Ha despertado en un crematorio y no recuerda nada de su pasado. A partir de ese momento el resto de protagonistas se pondrán en marcha para capturarlo. No tendremos ya ningún momento de tranquilidad, comenzarán a suceder hechos que nos helarán la piel.
Entre saltos de un personaje a otro el autor nos envuelve en descripciones suficientemente gores para inquietarnos. Poco a poco iremos sabiendo más sobre 184 según vaya recordando. Da la sensación que cuesta entender qué está ocurriendo, te llegas a liar con los personajes, pero solo es eso una sensación, luego todo encaja y vas comprendiendo.

Cuando se acerca al terror sientes al maestro King, eso no es casualidad es el escritor favorito del que suele beber nuestro autor, en estos momentos terroríficos nos trae su esencia.

No es una novela agradable de leer sin embargo tiene tintes demasiado reales que no nos dejan indiferentes. El autor lo maneja todo dentro de un gran poder evocador, hay escenas que más que leerlas casi podemos tocarlas.

Un final autoconclusivo que se deja abierto.

Una historia que engancha, se lee de una sentada.

La recomiendo.