Un mago de Terramar (Historias de Terramar 1)

Encender una vela es proyectar una sombra.

La mera necesidad no basta para liberar el poder, el conocimiento es indispensable.

El mundo se mantiene en Equilibrio. El poder de Transformación y de Invocación de un mago puede romper ese equilibrio. Tiene que ser guiado por el conocimiento, y servir a la necesidad. Encender una vela es proyectar una sombra...

Esta magia no es un juego al que nos dedicamos por placer o por halago. Piénsalo: en nuestro Arte, cada palabra que pronunciamos, cada acto que ejecutamos es para bien o para mal. ¡Antes de obrar o hablar hay que conocer el precio!

Y la verdad es que a medida que un hombre adquiere más poder y sabiduría, se le estrecha el camino, hasta que al fin no elige, y hace pura y simplemente lo que tiene que hacer...

Y la verdad es que a medida que un hombre adquiere más poder y sabiduría, se le estrecha el camino, hasta que al fin no elige, y hace pura y simplemente lo que tiene que hacer...

Basta con una piedrecilla tan pequeña como ésta, es cambiar el mundo. Se puede hacer. En verdad, se puede. Es el arte del Maestro de Transformaciones, y tú lo aprenderás, cuando estés preparado para aprenderlo. Mas no transformarás una sola cosa, un guijarro, un grano de arena hasta que no sepas cuál será el bien y el mal que resultará. El mundo se mantiene en Equilibrio. El poder de Transformación de Invocación de un mago puede romper ese equilibrio. Tiene que ser guiado por el conocimiento, y servir a la necesidad. Encender una vela es proyectar una sombra...

Pero tenía además un arte más grande, un arte que no se aprende: el de la bondad.

Solo en el silencio la palabra, solo en la oscuridad la luz, solo en la muerte la vida, el vuelo del halcón brilla en el cielo vacío.

- ¿Cuándo comenzará mi aprendizaje, señor?
- Ya ha comenzado.
- ¡Pero si aún no he aprendido nada!
-Porque no has descubierto lo que estoy enseñándote.