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Cuarto libro de la saga de fantasía Terramar. Ya me va quedando menos para acabar la saga y conocer cómo termina esta historia. Estoy muy intrigada por lo que les deparará a los personajes el último libro de la saga. En este libro nos reencontramos con Tenar, la niña protagonista del segundo libro. Tenar es ya una mujer hecha y derecha, y conocemos qué ha sido de su vida todos estos años. La novela nos narra la búsqueda del nuevo archimago desde el punto de vista de Tenar y Therru, una niña muy especial a la que Tenar ayuda cuando más la necesita. Normalmente las historias de Terramar están llenas de aventuras o de grandes viajes, pero Tehanu no tiene nada eso. Es un libro contemplativo y más relajado, donde vamos viendo el día a día de Tenar y el proceso de búsqueda del archimago y de todo lo que conlleva la magia y el conocer las palabras. Como protagonista secundario aparece Ged, tras las aventuras vividas en el anterior libro. Se nos presenta a un personaje mucho más humano con sus decepciones y sus temores propias del ser humano, y la lucha interna para poder vencerlos. Me ha encantado el tinte feminista que tiene parte de la trama, es algo que no me esperaba en absoluto y la verdad es que está muy bien llevado ese punto. Sinceramente, lo que me gusta de estas novelas es que por muy relajada que sea la narración, por muy tranquila que sea la trama, su lectura me engancha y me abstrae una barbaridad. Me ha gustado toda la historia salvo una relación amorosa que surge, que no me ha acabado de convencer ni de encajar del todo. Veremos cómo continúa en el último libro, a ver si logra encajarme o no... Por otra parte, la trama está llena de giros que empiezan a preparar al lector para el desenlace, por lo que entiendo que en esta ocasión el libro haya sido tan relajado, ya que claramente es un libro de transición. Deseando estoy de ponerme con el último y saber cómo acaba toda esta historia. |
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