Las huellas imborrables

Poco a poco voy avanzando con esta saga y, en esta ocasión, os traigo la quinta entrega protagonizada por Erika Falck y Patrick Hedström: Las huellas imborrables. Puede contener datos de anteriores libros.

En esta ocasión Patrick decide coger la baja de paternidad para cuidar a la pequeña Maja para que Erika retome su actividad laboral por lo que el papel de ésta vuelve a coger el protagonismo de las primeras entregas de la saga pero el asesinato de un historiador especializado en la II G. M. hará que Patrick compagine su labor de padre con la de policía.

Este sería otro caso más si no fuera porque, poco antes de morir el historiador, Erika fue a visitarlo para conseguir información sobre una vieja medalla que encontró entre las pertenencias de su madre junto a sus diarios. A partir de aquí se empieza a desenmarañar el pasado de la madre de Erika, un pasado del que sus hijas no tenían ni idea y en el que la vieja medalla cobra un papel fundamental. Pero, ¿qué nexo une a la madre de Erika y al historiador muerto a través de una vieja medalla nazi? Si quieres saberlo tendrás que adentrarte en las páginas de Las huellas imborrables.

De todas las entregas que llevo leídas quizá este haya sido el libro que más me ha gustado junto a La princesa de hielo ya que me ha permitido conocer y entender el porqué de la actitud arisca que la madre de Erika mantenía con ella y su hermana Anna. También porque nos retrotrae a la II G. M., una época histórica que me gusta mucho leer y que ha contribuido a que haya disfrutado de su lectura.

El estilo de Läckberg sigue siendo el mismo: sencillo y sin artificios, las descripciones muy visuales y los personajes principales bien construidos. Se sigue apreciando la crítica social de fondo, en este caso sobre el racismo provocado por los ideales nazis y el qué dirán si no se guardan las apariencias, el alcoholismo y los malos tratos son las bases para desarrollar toda la trama.

Lo que más me ha gustado es que los personajes secundarios cobran más protagonismos, especialmente Martin al recaer en él todo el peso de la investigación, también conocemos el lado más “humano” del comisario Mellberg y a una nueva policía, Paula, que llega a la comisaría para quedarse.

Es una lectura que va de menos a más y atrapa desde las primeras páginas, sin embargo, a medida que iba leyendo, no terminaba de ver qué relación había entre la muerte del historiador, la madre de Erika y la vieja medalla. Habrá que esperar al final para descubrir la guinda del pastel y que todas las piezas encajen en su lugar. Tengo que reconocer que no me lo esperaba en absoluto y me ha sorprendido gratamente.

Por otra parte, en las últimas páginas, la autora nos desvela una nueva noticia que afecta tanto a Erica como a Anna y que cambiará sus vidas nuevamente. Un fin de libro muy tentador para que el lector salga corriendo a por La sombra de la sirena que espero siga en esta línea de atrapar al lector de principio a fin.
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