Él le había explicado muchas veces que el sentido común de las mujeres no era de fiar y que por eso se había asignado al hombre el cometido de guiarla.[...] De modo que el único mundo que ella conocía era aquél en el que los hombres decidían.
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Él le había explicado muchas veces que el sentido común de las mujeres no era de fiar y que por eso se había asignado al hombre el cometido de guiarla.[...] De modo que el único mundo que ella conocía era aquél en el que los hombres decidían.
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Qué había de malo en la gente? ¿Y cómo alguien podía considerar la muerte de una niña algo emocionante? ¿No quedaba ya nada de sentido común en las personas?
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La amistad se demostraba en los malos momentos y ella no quería pertenecer al tipo de personas que, por exceso de celo y quizá también de cobardía, se apartaban de los amigos cuando estaban en dificultades.
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10 negritos