La princesa de hielo

He de decir que comencé este libro con expectativas altas, porque una de mi mejores amigas no paraba de recomendármelo y decirme que me encantaría. Y por suerte, no solo las alcanzó sino que las superó.

La historia comienza con el descubrimiento del cadáver de Alex. Poco a poco te van presentando a los personajes, te dicen quién es quién y comienza a desarrollarse la historia.

Para mí, la trama comienza verdaderamente en el momento que se confirma que Alex no se suicidó y a partir de eso se da comienzo a la investigación. Lo anterior es tan solo un paso introductorio de la verdadera acción.

Aunque se centra en Erica, la autora también nos cuenta lo que les pasa a otros personajes. Esta pequeña alternancia de personajes le aporta dinamismo a la historia.

Cuando te metes de lleno en el caso, ya no puedes parar de leer. Te va dando varias dosis de intriga que te dejan enganchada al libro y que despiertan tu curiosidad. Se crean varios frentes, dando pie a varias hipótesis, lo que hace que la trama sea muy interesante.

La historia se va complicando, pero la autora va hilvanando los hechos de una manera muy buena, haciendo que la trama sea muy fácil de seguir.

Cuando parece que va todo en una dirección, pasan, no una ni dos, sino varias cosas que lo cambian todo y lo dejan patas arriba, descolocándote. Esto me gusta, pues hace que sea una historia impredecible.

A priori, hay un montón de hechos aislados, que no parecen tener relación, pero que poco a poco van encajando, y de manera muy sorprendente.

Una vez que se descubre cierto secreto del pasado, me quedé muy boquiabierta. No me esperaba que fuera eso, y le dio un giro a la historia.

Algo que veo interesante es que todos los personajes se conocen entre sí. al ser todos del mismo pueblo (o tener algún tipo de relación con él), todos saben quién es quién.

Los personajes le dan más importancia a las apariencias que a cualquier otra cosa. Prefieren que alguien quede herido sentimental y emocionalmente a que se sepa la verdad. Y la autora sabe plasmar perfectamente esa manera de ser.

El final me dejó muy sorprendida. No me lo esperaba para nada, pero me gustó muchísimo. Es un broche muy bueno para la historia. Y además, se cierra un capítulo del pasado que aún estaba abierto, quedando así todo explicado.

Camilla me ganó desde la primera página. Su pluma es magnífica y su capacidad para unir todo es sorprendente.

En cuanto a personajes, hay bastantes, pero todos están bien definidos.