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Un arranque de lujo, enemistad entre familias y misterio abre el apetito para leer esta novela de exquisita imagen de cubierta y título prometedor. He estado encantada de leerlo de principio a fin. No le voy a dar un premio, pero me ha parecido una buena dosis de entretenimiento, romanticismo, conflicto futurista y maduración personal. Aria es el hilo conductor a través de este futuro inundado, donde los privilegiados moran en las Atalayas, a salvo de los efluvios apestosos de los barrios (literalmente) bajos y de la insoportable temperatura tras consumarse el temido calentamiento global. Desde las tecnológicas alturas, desprecian y pisan a los pobladores de las Profundidades. Familias de corte mafioso usan la política y la publicidad más corruptas para crear un yugo que someta a los pobres y, en particular, a los Místicos. Una vez, cuando tenía diez años, le di las gracias a un camarero: como resultado, mi madre nos abofeteó a los dos. Desde entonces no he vuelto a arriesgarme. pág.41 De estas criaturas, proviene la energía que ilumina este Manhattan con los cimientos perdidos en las aguas. Es un marco de llamativa factura de ciencia-ficción. Una de las bazas más triunfadoras de la novela, a mi parecer. Mientras Aria lucha contra la amnesia que cree haber provocado ella misma con sus devaneos con una droga mística, va guiándonos por los barrios marginales y sus gentes drenadas de energía mística. Nos enseña la vida de la jet set, fría y egocéntrica, y muy orgullosa de pasear sus prejuicios hacia pobres y otros sucedáneos. Muestra también los rescoldos en la sociedad de la rebeldía ante un régimen totalitario pero tambaleante. Aria y Thomas son la pareja más romántica de la historia, porque... si dos enemigos acérrimos pueden unir a sus familias y borrar cientos de años de brutal enemistad, significa que el amor verdadero puede con todo. ¿Verdad? O quizás hay muchos más secretos bajo la máscara del amor de lo que Aria pensaba. Y va a descubrirlos a medida que la recta final de las elecciones cobra un nuevo sentido para todas las castas sociales de Nueva York. La prosa del autor fluye sin traba alguna, los capítulos vuelan porque la trama avanza sin pausa. Los acontecimientos son lo bastante variados como para mantener la intriga viva en todo momento. La atmósfera que se crea responde a criterios de ciencia-ficción, con gran influencia romántica de Romeo & Julieta, connotaciones de clanes mafiosos y guiños de Gossip Girl. Me han encantado los gadgets que usan los ricos en su contacto social, como el TouchMe o el aMuseMe. Muchos detalles enriquecen el tableau de la ambientación: los cuadros místicos, los tatuajes de los ciudadanos, las bellas cartas al estilo de Shakespeare... Por comentar algún contrapunto, por ejemplo, a veces Aria tiene unas reacciones algo pueriles. En general, los personajes son arquetípicos. Ciertas situaciones se prevén, pero otros giros saltan de improviso y los poderes de los místicos son siempre maravillosamente tentadores. ¿Cierta persona es justo lo que parece aunque Aria no lo intuya? Sí, pero hay ciertas cosas que a mí me han abierto la boca de sorpresa histérica. Y lo que ocurre a partir de la página 300 es de taquicardia. El final está cargado de acción y, aunque la trama prosigue en dos libros más, ofrece un cierre a la aventura vivida. Enlace: http://torretadebabel.blogsp.. |
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