Los dulces años

Es una maravilla lo bien que escribe siempre LaVyrle Spencer. Todas sus historias me atrapan desde el principio y no me sueltan nunca más. Días después de haber acabado este libro aún le sigo dando vueltas, aún sigo pensando en sus personajes y aún sonrío cuando recuerdo escenas o conversaciones. Me pasa con muy pocos autores, con muy pocos libros, pero con LaVyrle me pasa siempre. Siempre.

En este libro nos encontramos con Linnea, una mujer fuerte, valiente, testaruda, con carácter y a la vez dulce, inocente y vulnerable (es el perfil típico de protagonistas a las que la autora nos tiene acostumbrados y a mí particularmente me encantan), y con Teddy, un hombre rudo, independiente, desencantado con la vida, muy trabajador y que no quiere que nada ni nadie altere su vida apacible. Ambos pertenecen a clases sociales muy diferentes, están en edades muy dispares entre sí, y más en aquellos años, (34 años él, 18 años ella) y tienen una idea muy diferente de la vida.

Todas esas barreras, y muchas más, van siendo solventadas por ambos poco a poco, se van conociendo, respetando y enamorando hasta que ya no hay vuelta atrás.

La manera de narrar de la autora es tan maravillosa, tanto, que hace que una vez que te sumerges en sus páginas no quieras salir de ellas para nada.

Los secundarios son otra maravilla, Nisa, John (ay, mi John… ❤️), Christian, los niños… Todos son personajes muy humanos a los que la autora sabe dar su lugar perfecto en el momento perfecto haciendo de cada uno de ellos personas muy especiales.

Los dulces años es una maravillosa novela que narra una historia de amor de las que se cuecen a fuego lento, con un millar de sentimientos entrelazados y mil aventuras entre medias todo ello en un marco sencillo, muy sencillo, y muy humilde. Una historia de amor en mayúsculas. Una novela muy humana, preciosa y con mucho sentimiento.

Me pasó con Maravilla, otra novela espectacular y que aún llevo clavada en el alma, y me ha vuelto a pasar con esta. Pocas autoras me despiertan tanto sentimiento y tanta emoción como LaVyrle Spencer. Sin duda, una de los mejores libros que he leído. Sobra decir que pienso leer todo lo que esta autora tenga publicado. Todo ❤️

Los dulces años es una historia de un amor que se cuece a fuego lento y es que ellos dos no podrían ser más distintos. Teddy está desencantado de la vida, ha aprendido a vivir conforme a lo que tiene, a que los días se sucedan uno tras otro sin cambios y no se plantea que nada altere el curso de su vida diaria, es más, no quiere que nada la altere. Por otro lado está Linnea, una joven, mucho menor que Teddy, que propio a su edad está lista para comerse el mundo. Está llena de planes e ideas y llega al pueblo para dar clases y demostrar que es toda una mujer, por más que de vez en cuando sea todavía más niña que una mujer hecha y derecha.

Ambos protagonistas chocan continuamente pero aunque la edad marca una diferencia entre ambos en realidad eso es lo de menos. Lo que de verdad marca la distancia es que vienen de entornos sociales muy distintos. Alta burguesía de una gran ciudad ella, un agricultor de un pequeño pueblo él. Sin embargo, lo más bonito de esta historia viene precisamente de esas diferencias, es una gozada cómo se van acercando y cómo se acaban respetando y comprendiendo el uno al otro hasta llegar a amarse.

Aún así, si me preguntan lo que hace verdaderamente especial esta historia es la forma de escribir de LaVyrle Spencer que con su pluma pausada pero sin llegar a extremos y sus bellas descripciones nos narra esta historia de tal forma que hace que te llegue. Además, le agradecí especialmente que aún cuando suceden cosas que te encogen el corazón no se ceba en ellas como suelen hacer otros autores, pasan cosas tristes, es ley de vida especialmente en la época en la que estaban pero no se recrea en ello de forma que seguir leyendo es casi torturante como suele ocurrir en libros de otros autores.

Por supuesto, sobra decir que leeré más libros de esta autora sin duda alguna.

Este libro me lo regalaron hace años en papel. Es una historia con momentos bonitos, tristes, duros, entrañables, desesperantes. Encontramos amistad, amor, desconfianzas, celos, hermandad...
Cuenta la historia de Linea que es una muchacha que va a un pueblo ha ejercer de maestras. Teddy es un granjero el cual aloja en su casa a los maestros. El pensaba que el nuevo maestro era un hombre, y se encuentra con una muchachita que lo saca de sus casillas. Teddy tiene un hijo con el que vive, y también comparten la casa con su madre. Me he encontrado con dos personajes muy entrañables como son Nissa, Rosseline y Joh, que son la madre, sobrina y el hermano de Teddy.

Una de las mejores obras de Spencer, se disfruta de principio a fin y te deja con el corazón encogido al terminarla.