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Nieves Trabanco (Traductor)
ISBN : 8416544700
80 páginas
Editorial: Errata Naturae (04/06/2018)

Calificación promedio : 3/5 (sobre 4 calificaciones)
Resumen:
Michael Vierkant abandona muy pronto su lugar de origen, la pobreza de su familia, para perseguir un sueño: convertirse en artista. Autodidacta que considera los cafés su propia universidad, vivirá de lleno el nacimiento de un nuevo mundo en la bohemia del Múnich de principios del siglo xx, para luego arrojarse a los «locos años veinte» berlineses: cabarets, fiestas, conciertos, tertulias literarias?

Pero a pesar de las luces y el brillo de la metrópo... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (2) Añadir una crítica
MarioG17
 12 February 2020
¿Por qué, si hay ángeles, no hay ninguno que tenga la obligación de impedir aquí en la tierra cosas que sólo deberían suceder en el más profundo de los infiernos?”, se pregunta la protagonista de esta obra.
Christine Lavant (1915-1973) ganó con esta obra el Premio Estatal de Literatura en Austria en 1970. Ella ingresó voluntariamente un mes y medio en un centro psiquiátrico, y escribió estas notas que no dejó que se publicaran hasta su muerte, porque las consideraba muy personales.
A lo largo de estas páginas, por tanto, vamos entrando de lleno en la experiencia psiquiátrica de la autora, donde nos habla de los médicos autoritarios, de los intentos de suicidio y del insomnio. Habla también de las mujeres de su alrededor, algunas a las que cae bien y otras no tanto.
Narrado en primera persona, el libro nos muestra un aparente retrato veraz de los centros psiquiátricos de la época, como en el que estuvo Lavant, donde parece haber jerarquías en las que las internas más antiguas son las que quieren mandar. También hay clases dentro del propio centro psiquiátrico, puesto que las internas de pago tienen derecho, por ejemplo, a comer con cuchillo y tenedor, mientras que las otras no, como si por pagar se redujera el riesgo de autolesión con ambos utensilios.
No hay diálogos en toda la obra, excepto alguno que hay intercalado en la narración. Y entre los personajes que Lavant observa hay una mujer de veinte años a la que alimentan con un tubo por la nariz y que “gimotea mucho”. O la ‘Condesa de Marfil', una mujer a la que apoda así y que debió de existir en la realidad. Pensar en ello hace que nos preguntemos cuál sería su oficio antes de ser internada, cómo habría sido su infancia, cómo su vida, cuáles sus sentimientos. Y hay otra mujer a la que llama la ‘Mujer del Comandante'.
Las visitas van con alegría y se van desesperadas. Aquel es un lugar lleno de odio y miseria. Allí, Lavant solo quiere escribir poesía, así es como ella alcanza la felicidad o, al menos, se aleja de la tristeza y de los doctores y sus malogradas recomendaciones. Uno de ellos, por ejemplo, asegura que la histeria femenina se va con un trabajo formal, lo que ahora sería el manido ‘¿estás triste? No estés triste'.
Este libro también es un canto a la libertad. Lavant solo quiere volver a casa, escribir poesía, no servir a nadie y no hacer trabajos forzosos. Un doctor la anima, por ejemplo, a que “se eche novio”, pero ella no quiere. Es otra clara muestra de, pese a la época y las circunstancias, esta autora ya mostró los inicios de lo que hoy ya se conoce como el empoderamiento femenino y su libertad de decisión y acción.
Lo único que tiene, dice Lavant, es el sencillo olor de sus brazos limpios cuando se abraza a sí misma, y debería estar agradecida por ello. “Aquí todo es incierto”, asegura, como el futuro. Son numerosas las ocasiones en las que la narradora resuelve y desarrolla con lucidez diálogos con otras internas, unos diálogos delirantes propios de sus circunstancias.
Pese a esto, echo en falta una mejor construcción del personaje protagonista, puesto que los demás son difusos y muy secundarios. “Rilke me ha cambiado la vida”, dice la narradora. Quien me conozca muy bien sabrá que Rilke es mi poeta extranjero favorito, por sus poemas, por sus sentimientos y por la vida que hay detrás de ellos. Por esto, salvo este libro de Lavant que, siendo sinceros, es bastante regular.
Recuerda inevitablemente a "La otra verdad", de Alda Merini, y a "Todos los perros son azules", de Rodrigo de Souza Leão. Sin embargo, la visión de este libro de Lavant, más cercana a la de Merini en su libro, escasea en elementos de interés y resultan tediosas las notas que toma a veces. Aun así, un libro interesante para aquellos lectores que vean en la psiquiatría y en su expresión literaria un motivo de lectura.
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Poulain
 13 July 2020
«¡Así es la espera! Esa disposición maravillosa para vivir plenamente algo que al fin tendrá que suceder. La vida no es importante, sólo lo es esa plenitud. Y quizá todas lo sepan de alguna manera y todas las de aquí tienen un lugar sano dentro de sí que las capacita para, de tanto en tanto, descansar y esperar»

Con un ingreso voluntario en el Psiquiátrico de Klagenfurt comienza todo. Christine Lavant, seudónimo de Christine Thonhauser, fue una poeta austríaca del siglo XX que contó con una gran admiración, pero al mismo tiempo con un secretismo que la sumió en la completa desolación e incomprensión. Humilde, nacida en una familia de mineros, en el seno de la pobreza y de la enfermedad, cuando tan solo cuenta con veinte años, decide ingresar por voluntad propia en este centro, en 1935.

Christine Lavant toma la escritura de estas páginas como voluntad de supervivencia. A pesar de las enemistades que se gana desde el principio por los privilegios con los que cuenta a causa de su internamiento voluntario, ella trata de familiarizarse con las voces y rostros de sus compañeras. Siente una clara necesidad de ahondar y conocer sus vidas, cómo se comportan, sienten y viven su estar en el mundo desde ese remoto lugar que pocos se dignan a pisar.

Desde este espacio, Lavant reflexiona sobre aspectos como la soledad, el vacío, el amor frustrado, la empatía, la solidaridad o la falta de humanidad. Se posiciona a favor de las desprotegidas, es decir, de sus compañeras y de sí misma al fin y al cabo. Apela a la necesidad de ser escuchadas y comprendidas por encima de la manida creencia o prejuicio que se lanza contra las personas que sufren y padecen desde esta posición.

Después de haber leído a esta autora y de saber cómo fue su vida, me he quedado con ganas de más. En español solo se ha editado esta obra. Y esto no puede quedar así porque su poesía tiene muy buena pinta, así que hago un llamamiento a las editoriales para futuros proyectos.
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Las críticas de la prensa (1)
ElPais28 August 2018
Christine Lavant relata de forma brillante las seis semanas que pasó ingresada en un manicomio hace casi un siglo
Leer la crítica en el sitio web: ElPais
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