Promesas de arena

Promesas de Arena es un libro de esos que uno recomienda a bombo y platillo, sobre todo porque su sinopsis era interesante pero su contenido ha resultado para sorpresa mía más sorprendente de lo que me esperaba.
su sinopsis me pareció lo bastante interesante y atrayente como para aceptar. Un escenario que apuntaba maneras por lo exótico de su localización y un tema como el de los campos de refugiados y el conflicto judío-palestino que raya a gran nivel junto a la trama principal, la historia de Lucía, una cooperante que llega en su bisoñez a un territorio duro y hostil como es un campamento de refugiados en el centro de un conflicto donde veremos su adaptación al medio y lo más importante, la línea argumental principal de la historia, la historia de amor de Lucía con Hayzam, el Halcón, un palestino con un carácter y una personalidad que cautiva y hechiza pero del que pronto descubriremos que no podemos fiarnos en absoluto.

El comienzo de la novela es de las que enganchan, una pequeña introducción en el presente nos pone alerta sobre una vieja historia del pasado, esto despertará toda nuestra atención y hará que sigamos leyendo queriendo saber más sobre lo ocurrió, es entonces cuando la escritora ya nos tiene enganchados y nos llevará a los campamentos acompañando a la protagonista que nos narrará la historia a modo de recuerdos. Pronto descubriremos que la historia de amor va a tener mucho peso dentro del argumento pero no podemos olvidar que el relato nos ofrecerá mucho más y tendremos historia, cultura, amistad, acción, ternura, risas y tristeza a dosis suficientes como para que no caigan en saco roto. Pero que no os engañe mi descripción de todos esos momentos, Promesas de Arena es un drama en toda regla con muchos momentos de crudeza que nos harán pensar lo afortunado que somos al tocarnos vivir en un país como el nuestro con sus defectos y sus inconvenientes.


El espacio temporal en el que se desarrolla es en la última década y desgraciadamente en los acontecimientos que han ocurrido en estos últimos días nos hacen pensar que en estos últimos años no han cambiado las cosas para la gente que vive en las zonas con conflictos de estas características, lo único que cambia son las ganas de solucionar las cosas, la disposición de los que intervienen y que la prensa le dé más minutos en sus noticias.

Creo que esta novela puede resultar muy interesante para muchos lectores y cuenta con varios motivos para calar pronto en el lector. Ya hemos dicho que su comienzo atrae enseguida y de la mano de la autora cuya narración natural de los hechos nos va dando detalles de cómo es la situación que rodea a los personajes, poco a poco sin excesos pero lo suficiente para que nos demos cuenta lo duro que es un campamento de refugiados. Laura Garzón describe los hechos de una forma tan natural que incluso aun cuando el lenguaje se torna violento y un poco subido de tono, el lector no lo acusa, al contrario lo agradece porque es ventana a lo gráfico del momento. Me ha encantado los encuentros entre Lucía y Hayzam, donde en sus diálogos y sus pensamientos, la autora se moverá con un lenguaje poético que aporta una calidad brillante a esos momentos.

El otro acierto de la escritora han sido sus personajes, Lucía y Hayzam serán los protagonistas absolutos, la historia de ella ocupa toda nuestra atención y el personaje masculino es el que hace que Lucía brille con sus forma de ser y su comportamiento pero por el camino encontraremos unos secundarios que nos enseñaran mucho y que no pasaran de puntillas por nuestra lectura, desde Fathia la enfermera del campo, una mujer fuerte, valiente y en la que Lucía encontrará una autentica hermana. Hamid, el médico un hombre duro pero justo. Jasón, un personaje que tiene un pequeño papel, pero que se hace tan grande que es imposible que el lector no dedique unos minutos a pensar en él y en su manera de actuar. Lo bueno de todos ellos es que sus circunstancias y su forma de ser cautivan y la palabra relleno no está hecha para ninguno, todos nos enseñaran algo. Enseñar buena palabra para describir otra cualidad del libro, con una carga antropológica muy fuerte, en él encontraremos detalles culturales muy interesantes. Gusta leer libros con historias tan vivas como esta y que te enseñen la realidad, que te hagan reflexionar y pensar en la vida usando el libro como herramienta
Una historia digna de recomendar cuyo interés a medida que se lee va en aumento hasta llegado un punto en el que uno se vuelve ansioso por los acontecimientos que ocurre y no puede dejar de pensar en cómo acabará todo. Laura Garzón sabe trasmitir la angustia, la ansiedad por los momentos, la duda por el camino a tomar y elegir en la vida a través de sus personajes y creo que lo que la autora quiere expresarnos con su libro queda reflejado perfectamente en la cita que incluye en la página 168 de Blaise Pascal “ El corazón tiene razones que la razón no entiende”.
Poco o nada que reprochar a esta lectura llena de momentos para sentir y con un título que aquellos que lo lean entenderán perfectamente. Yo al menos creo que ha quedado magnifico.
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