Mi negro pasado

Esta última parte es completamente diferente a lo que veníamos viendo en los libros anteriores, la historia hace un salto tremendo.
Por empezar, la historia se sitúa en la época actual, por lo tanto, la historia ya no es la de Tita y su familia más cercana sino sobre los descendientes de la familia de la Garza.
Es un libro muy corto pero que toca muchísimos tema, desde la familia hasta el racismo. Además es muy emocionante y bello.
La pluma de Laura es increíble, realmente te emociona, te indigna o te hace sentir felicidad de una forma muy rápida e intensa.
Claramente es un libro que tiene muchos conflictos y secretos ancestrales de familia y muestra como influyen en la actualidad.
Creo que este libro no se a valorizado lo suficiente sólo porque se compara con el primer libro que realmente es una obra maestra pero si se les da la oportunidad que se merecen, son realmente muy buenos, con temas muy fuertes para reflexionar y repensar ciertos temas.
En los tres libros se pueden ver la fuerza que tienen las mujeres, tanto los personajes principales como los secundarios.
Mis personajes favoritos son Tita nuestra primer protagonista, Gertrudis, quién era una de sus hermanas y sin duda Lucía, la abuela de María (quien es la protagonista de esta última entrega). Increíbles todas, con una fuerza espiritual sorprendente.

Solo la manera de escribir de Laura Esquivel me enternece. Te acerca a los personajes y hace que los sientas; eso hace que cojas cariño a sus historias. La abuela Lucía es un personaje maravilloso, luchadora, con carácter, empoderada y defensora de los derechos y las libertades de las mujeres.

Es difícil realizar la lectura, sin soltar el apego emocional que uno tiene por "Como agua para chocolate." Aunque ofrece una buena oportunidad de disfrutar un nuevo pasaje en la historia de la familia de la Garza, no es lo suficientemente memorable, emotivo ni mágico, y eso es una gran pena.

Si bien la lectura es fluida, cuenta con algunos momentos emotivos y mantiene en uno de sus personajes el espíritu rebelde, guerrero y feminista que conocimos en las entregas anteriores de la trilogía. La historia pasa demasiado rápido y se vuelve superficial, busca abarcar tantos temas a la vez que peca de ambicioso. Y desafortunadamente deja de lado lo más importante, el desarrollo de sus personajes.

Casi todos entran y salen en acción a modo de capricho para poder seguir contando la historia y resultan planos, apáticos y superficiales. Si hay algo que se destaca en "Como agua para chocolate" es la pasión. ¿Dónde quedó toda esa pasión? ¿Dónde están ese amor que rendía Tita por Pedro? ¿o su pasión en la cocina? ¿o esa fuerza con la Tita se rebeló contra su madre? Si bien la abuela Lucía logra mantener mucho de esos elementos, el resto de los personajes carecen de contenido y carácter.

Fue una decepción, habiendo tanto que explorar de éste mágico universo, sólo creo que convence a su autora, para los demás nos deja ese vacío que no termina de conectar ni rendir justicia con sus entregas anteriores.

Hay libros entretenidos, libros interesantes, libros que gustan, pero hay otros que te dejan una huella, que te tocan el alma y el corazón. Este es uno de esos libros.

Entrañable, precioso y divertido, mas que una historia, este libro tiene un fondo de enseñanza, de la importancia de los genes, de sanar en base a conocer y reconocer que somos lo que somos gracias a los que estuvieron antes que nosotros, padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, la importancia de la familia, los genes.

La importancia de sanar el alma y el cuerpo con aquellos que tienen tu sangre.

Una mujer mayor que tiene tanta sabiduría que compartir, tanto como secretos y culpas, otra mujer joven, estrenada como madre, con problemas familiares, que no concibe su vida sin redes sociales o sin internet, con problemas de sobrepeso y ataques de ansiedad. Estas mujeres que al juntarse se complementan, una ayuda a la otra a perdonarse a si misma, la hace recordar su vida y sus culpas y la ayuda a expiarlas a perdonar y perdonarse, mientras que la otra, aprende el valor de la vida, la comida, el valor de los ancestros familiares, a saber que hay vida mas allá de las redes sociales y la belleza de sentarse a tejer una cobija, la ayuda a perdonarse, pero sobre todo a quererse a si misma.

No puedo recomendar mas este libro, me ha llegado al corazón y al alma.

En este libro tenemos la historia actual de las descendientes de Mamá Elena, especialmente de María, quien desciende de Gertrudis de la Garza. Cuando el libro comienza podemos ver a María, con un bebé recién nacido, abandonada por su marido y rechazada por su familia. Como si todo esto fuera poco, María come de manera obsesiva.
Aunque la comida sigue presente como parte importante de la vida, se nos presenta otro hilo conductor, la música. Música que trae recuerdos, que nos une al pasado y que permite unir a las generaciones porque algunas veces es más fácil transmitir un sentimiento a través de una canción.
Personaje favorito: La abuela Lucía, creo que su historia fue lo que más me gustó de este libro.
Personaje que no me gustó: Carolina, es demasiado cruel y egoísta. En segundo lugar queda Carlos por querer recuperar a María después de tratarla tan mal.
Lo que me gustó: Me encantó poder echar un vistazo a la historia de la familia de la Garza, aprendiendo un poco más de esas historias que sólo se insinúan en el primer libro. También me gustó mucho la fuerza de la abuela Lucía.
Lo que no me gustó: Pienso que el estilo narrativo se aleja mucho de lo que vimos en Como Agua para Chocolate. Otra cosa que no me gustó fue tanto uso de groserías, no sé, siento que no tienen mucha razón de ser.
En conclusión, el libro es bueno, especialmente como dije por poder conocer un poco más de la historia de esta familia pero no me gustó tanto como el primer libro de esta serie.

La novela nos presenta a nuestra protagonista, María, una mujer que está pasando por momentos muy duros, su esposo la ha dejado justo después de haber dado a luz, pues la acusa de haberle sido infiel, su familia no le muestra apoyo y su madre se encuentra en el hospital. Debido a tantas desgracias juntas María no para de comer y aunque aquello se empieza a volver un problema de conducta alimentaria ella no quiere reconocerlo.

Entre tantos sinsabores María decide darse un tiempo para sí misma y parte, con su hijo recién nacido, a la casa de su abuela Lucía, misma que le entrega el diario de Tita, una mujer que vivió en los tiempos de la Revolución mexicana y que le demuestra, mediante las hojas de su diario, que la vida siempre tiene diferentes matices y que la comida puede ser una salvación más que un tormento.

Hasta aquí la trama. El libro sigue la vida de María y de su abuela Lucía, la primera nos habla en tiempo presente mientras que la abuela viaja al pasado y rescata los recuerdos de su vida y todo lo que la llevó hasta ese punto de su existencia. Durante toda la narración hay constantes referencias a los libros anteriores así que sí, para disfrutar plenamente esta novela es necesario haber leído antes “Como agua para chocolate” o “El diario de Tita”, cualquiera de los dos sirve, pero les recomendaría más el primero. Así mismo, antes de iniciar la lectura, tengan en cuenta que en esta novela el mundo no gira en torno a la gastronomía como en los libros que la preceden si no que se enfoca en la música, así vemos pasar: “Where or when”, “El sueño imposible” “The best is yet to come”… todo como en un musical de Broadway. Así que Spotify o YouTube a la mano.

Ya superados los primeros baches entramos en materia: ¿me ha gustado esta novela?, no, no en realidad. El problema que encontré en este libro fue que quiere abarcar demasiado y al final no logra concretar nada. Estamos ante 216 páginas en las que se quiere abarcar el racismo, el feminismo, la gastronomía, los beneficios y perjuicios de la tecnología, la naturaleza, el medio ambiente, el romance, los remedios naturales… Hay tantos temas que se ven en un par de páginas que al final no te quedas con nada.

El romance por otro lado es increíblemente flojo, tenemos dos hombres de quienes no sabemos prácticamente nada y de pronto la protagonista tiene que elegir a uno de los dos, y aquí está la pregunta obligada, ¿por qué diablos tiene que elegir?, ¿no sabe vivir solita?, mucho poder femenino pero a la hora de la hora parece imperante tener un hombre a su lado.

Como protagonista María deja mucho que desear, inicia la historia siendo una mujer bastante vulgar —que parece que no puede dejar de decir groserías— y en unos meses se transforma en la madre naturaleza. Lo mejor del libro es Lucia, su historia es más interesante, más creíble y ella como personaje tiene muchos más matices, es una lástima que no haya sido la protagonista.

En definitiva yo le otorgo 2 estrellas, es un libro que la verdad no aporta nada, la historia es fácil de leer (yo me la he leído en una tarde), pero aunque mantiene tu interés no despierta sentimientos, ni siquiera es lo suficientemente fuerte para enfadarte con ella. de hecho como continuación de “Como agua para chocolate” deja mucho que desear, hechas en falta el realismo mágico, la gastronomía, las pasiones… hechas en falta todo.

Creo que la idea principal era buena pero la autora no supo concretarla, aunque no podría decir que es una mala novela tampoco puedo decir que sea buena, se queda ahí, en el limbo de los libros que no dejan huella en nadie. Una lástima que Laura Esquivel puede hacer maravillas cuando se lo propone.

Mi negro pasado, es una continuación del libro como agua para chocolate, es de fácil lectura pues es ligero, la letra es grande y avanzas muy rápido, está bien acoplado a los modismos mexicanos, de hecho para ser sincera me sorprendió al ver plasmadas groserías que normalmente se dicen en México y que ni remotamente me hubiera imaginado leer.
El personaje principal es María quien con su abuela Lucia, nos muestran el mundo actual donde el vacío que siente Maria es reflejado en una adicción a la comida, tocan el tema del racismo, el machismo y el desarraigo que se vive actualmente en nuestros días.
Me encanto la relación entre María y su abuela Lucía en muchas ocasiones quería ser María… tener esa guía de amor, conocimiento, apoyo, y me hizo pensar cuantas veces tenemos personas valiosas en nuestra familia que nos pueden transmitir tesoros de conocimientos y que por vivir la actualidad los dejamos ir.
Reflexione en como simples objetos o detalles pueden darle un significado mucho mayor a tu vida tomando en cuenta la historia que vivieron cada uno de ellos.
Me di cuenta que la tecnología es una gran herramienta pero que muchas veces termina afectándonos de tal manera que vivimos dependientes de ella, y del que dirán.
Es un buen libro que te hará valorar tu entorno, tu familia te hará pensar que estás haciendo hoy y porque estas así?
Ojala lo disfrutes como yo y podamos compartir impresiones.