Posiblemente este sea el libro que más haya leído a lo largo de mi vida. Lo descubrí en casa de una de mis primas y lo leí cuando apenas tenía 15 años, pero me enamoré profundamente de la historia. En ella nos cuenta la historia de Tita y como su vida siempre ha estado entrelazada con los fogones y la cocina. Tita viene de una casta de mujeres fuertes y valientes y ella no es menos, quiere vivir la vida, pero al ser la pequeña se le ha prohibido casarse y tener familia porque debe encargarse del cuidado de su madre, en exclusiva, cuando esta envejezca. Cuando se enamora de un joven que va a la finca es cuando verdaderamente empieza su calvario, ya que su madre arregla todo para casarlo con su hermana Rosaura, dejando a Tita sumida en una tristeza en la que encontrará refugio en la comida. Lo que realmente me encanta de este libro es como está narrado, ya que las dosis de realismo mágico hace que sea más atractiva su lectura. Además cada capítulo empieza con una receta. Una vida triste la de Tita, pero no por ello, menos bonita. |