A Lupita le gustaba planchar

Esquivel nos muestra con este libro cómo le duele México, cómo le duele la corrupción y todo lo que conlleva, y lo hace mediante el personaje de Lupita, una policía que es una antiheroína. Arrastra un pasado en el que creo que ya no tiene cabida ninguna desgracia más. Es drogadicta, alcohólica, compulsiva y soez. Pero es buena policía, aunque no le dejen.
Si os soy sincera, mi valoración del libro no es muy buena. En su día lo abandoné y decidí volver a retomarlo, y aunque ha habido un momento en el que me ha gustado, en general es un libro que se me ha hecho casi pesado a pesar de sus 200 páginas. Sé que Lupita no está creada para caer bien, más bien al contrario; pero es un personaje que desde el comienzo me ha desagradado y eso ha hecho que mi lectura no fuera agradecida.
¿Recomendaría este libro? Pues a pesar de todo lo anterior, sí. No deja de ser una crónica sobre México que es digna de tener en cuenta.