Si no fuera por el éxito mediático del libro lo hubiera abandonado antes de las 100 primeras páginas. 500 páginas después, tengo que reconocer que si el libro se me hizo largo al principio, también se me ha hecho corto al final. Sobre todo me ha enganchado el personaje de Salander, la sal del libro. Tendré que empezar pronto la segunda parte.
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