Esta es la tercera parte de la trilogía y debo decir que es la que menos me ha gustado. Continúa con los acontecimientos del segundo libro, por lo que a diferencia del primero que queda como algo más auto conclusivo, estos dos últimos deben leerse como una continuación. El hecho de que me haya gustado menos se debe a que el libro se basa en intrigas políticas, corrupción policial y el proceso judicial que implica todo eso. Yo soy más aficionada a la trama que engloba un asesinato y la resolución del mismo, como ocurría en el primero. Es por ello, que éste se me ha hecho muy pesado en algunos momentos aunque como la prosa sigue siendo ligera y fácil, al final te hace continuar leyendo. |