Una segunda entrega brillante, a la altura del primero. Esta trilogía tiene todo lo que una novela histórica tiene que tener para atraparme: muchos personajes, mucha trama, mucho contexto, mucho paisaje. Disfruté cada capítulo y cada escena y me quedé con ganas de más pese a que tenía 700 páginas, así que no veo la hora de comenzar con el tercer y último libro, que desde ya estoy viendo que me va a costar despegarme de estas familias. |