![]() |
Vamos a empezar por algo que creo muy remarcable, la autora es mala, muy mala. Nos hace encariñarnos con los personajes y empatizar con ellos para luego hacerlos y hacernos sufrir como Magdalenas, definitivamente eso le bajó puntos para mí, no soy partidaria de que me saquen de mi zona de tranquilidad sin miramientos, metiéndome en una ira asesina, menos cuando no puedo hacer nada al respecto. Y sí, sé que estamos hablando de un libro, pero en el caso de los libros excesivamente realistas como este es mucho más duro fijar esa línea entre realidad y ficción. En general 'las' protagonistas me gustaron bastante, Helen y Gwyneira tienen unas personalidades muy interesantes, pero justo por eso esperaba que supieran afrontar los problemas de una manera más activa, así que durante gran parte de las más de 700 páginas de este libro me sentí muy frustrada ante lo que pasaba sin que ninguna de las dos pusiera en práctica su carácter, puede que no fuera acorde a la época, pero si tranquilamente podían ponerlo en práctica en el día a día, también podían sacarlo a relucir cuando realmente era necesario. Pasando a otro tema, que si no me vuelvo a sulfurar, me gusta cómo la autora presenta a los maoríes haciéndolos realmente reaccionar ante lo que sucede, de igual forma no creo que venga un futuro prometedor, llámenlo intuición o conocimiento de historia, pero en mi experiencia a los nativos indígenas nunca les ha ido muy bien frente a los blanquitos. El jefe de tribu promete por una parte y por otra no, así que realmente no sé cómo terminará desarrollándose la situación. A lo largo de esta primera parte de la trilogía vemos el desarrollo de los primeros asentamientos en Nueva Zelanda desde el año 1852 hasta el 1877, son 25 años en los que podemos observar el nacimiento de la primera generación de los Warden y los O'Keefe, que se cruzan aquí. Helen actúa como inicio de la familia O'Keefe, y Gwyneira de los Warden, ya que son las parejas que se inician y desarrollan en este inicio. Los personajes masculinos en particular, tanto Gerald Warden como Howard O'Keefe pueden tener un principio prometedor que luego cae estrepitosamente dejando mucho que desear, junto con al menos la mitad de los que aparecen como personajes masculinos principales, eso me sacó bastante de mis casillas, porque hacia que todo fuera de mal en peor sin posibilidades de mejorar. En definitiva, aunque tengo ganas de continuar con la historia de estos personajes y la prosa de la autora me resultó interesante por su construcción, no sé en qué momento continuaré porque me veo venir el drama en el futuro, y creo que este tipo de historias necesita de un aguante considerable para realmente no entrar en la ira o la depresión total con las situaciones que plasma. Y sí, puede que no haya muchas personas tan pasionales como yo respecto a la simple ficción, pero siempre he tenido la suerte o mala suerte de verme inmersa por demás en las historias extremadamente realistas. Enlace: https://www.goodreads.com/re.. |