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Pequeña Jul ¿qué eres? ¿quién eres? Sé que eres pequeña, que te sientes sola. Tu manera de contarnos tu historia me convence de que además "el palo que te atraviesa de lado a lado" te confunde más aún. Sé que te cuesta autodefinirte, que tu identidad ni siquiera está clara para ti. Pequeña Jul, querida Jul, cómo me gustaría abrazarte ahora que te vas a quedar conmigo para siempre. Cómo me va a gustar continuar tu historia en mi cabeza. En esta novela de poco más de cien páginas Lara Losada consigue mi oxímoron perfecto: narrar de una forma bellísima, tierna y poética el horror de la violencia, la soledad, el abandono y la pérdida a la fuerza de la inocencia. Admiro las historias que son capaces de confundirte, de crear interrogantes, de hablar(nos) de muchos temas en poquísimas páginas. Admiro a las autoras que, sin que apenas te des cuenta, son capaces de entrelazar temas de la manera que lo hace Lara en "Un poco de tu leche". Sin salirse del guión, es capaz de estremecerte y hacerte sonreír al mismo tiempo; de convencerte de la importancia de las palabras (del lenguaje), lo dañino de los secretos, la necesidad de crear nuestra propia identidad, el maltrato familiar existente y silenciado, la "animalidad" humana (no necesariamente negativa, pero también la negativa) y la humanidad animal. Tristeza y ternura que se dan la mano. Esta novela se lee en un suspiro, pero vas a empezar a leer de nuevo en cuanto llegues al punto final para, esta vez sí, fijarte más y mejor en todas esas miguitas de pan que la autora te ha ido dejando. Para releer esos fragmentos que -estabas segura- te estaban diciendo cosas sin decirlas, sin nombrarlas. Poco más os puedo decir sin destripar nada y sin dar más información, creo que a esta novela hay que llegar sin saber demasiado para ir descubriendo, poco a poco como es la intención de la autora, los entresijos de la trama. Un poco de tu leche es una novela bella y devastadora que hay que leer, disfrutar y sufrir. |
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