En defensa de Jacob

Hubo un tiempo en el que solo me dio por leer thrillers legales de la mano de John Grisham o Scott Turow. Fueron tantos los títulos y tan seguidos que acabé saturada y ahora solo me planteo la lectura de este género muy de vez en cuando. Hoy os traigo mis impresiones sobre "En defensa de Jacob", un drama familiar que invita a reflexionar sobre los límites de unos padres a la hora de proteger a su familia y plantea una mirada perspicaz sobre el papel de esos padres en la educación de su hijo.

Antes de desgranar mis sensaciones, hago un breve inciso tan solo para comentaros que si os suena esta novela de algo es porque fue publicada en 2012 bajo el título de "Defender a Jacob". Y existe una serie de televisión basada en este libro que veré en cuanto pueda.

Algo más de doce meses han transcurrido desde que la tranquila y convencional existencia de Andy Barber, mano derecha desde hace dos décadas del Fiscal del distrito, se convirtió en una pesadilla el día que las evidencias forenses vinculan a su hijo Jacob en la muerte de Ben Rifkin, un adolescente de catorce años asesinado brutalmente a puñaladas en un bosque cercano a la escuela secundaria de Newton, donde ambos estudiaban. Andy se había hecho cargo del caso, un crimen que va a destruir la serenidad del entorno y con connotaciones para convertirse en mediático pero, a pesar de que las evidencias en contra de Jacob son muy ambiguas, será apartado de la investigación por un conflicto de intereses…

Con esta interesante premisa da comienzo un thriller legal que articula su argumento en cuatro bloques y un total de cuarenta capítulos de corta extensión, lo que contribuye a dar fluidez a la lectura. Una historia que no cuenta con la pertinente investigación policial al uso, sino que está enfocado desde el punto de vista de todo el proceso judicial, empezando por la preparación y finalizando con el juicio en sí mismo. al priorizar los sucesos acontecidos durante el litigio en detrimento de los personajes, estos apenas tienen esbozados sus contornos, pero con las breves pinceladas que nos ofrece el autor de cada uno de ellos es suficiente para que tengamos una idea clara del papel que van a desempeñar. Aun teniendo un argumento muy atractivo, a mi parecer, a la novela le falta una mayor dosis de acción e incluir la investigación policial que se le presupone a un caso de asesinato. También he echado en falta que profundizase algo más en los personajes de Jacob y Laurie, su mujer.

De la mano de un narrador protagonista, la del propio Andy, e intercalando las transcripciones del juicio, el autor nos introduce en una novela que explora las conexiones familiares, la lealtad y la verdad, diseñada para mantener al lector cuestionándose de principio a fin la inocencia o culpabilidad de un adolescente silencioso y enigmático que en el mundo real carece de amigos, está completamente solo, aunque no mucho más que otros adolescentes, sin tener nada claro de qué lado posicionarse. Andy lo va a experimentar todo por partida doble, como investigador fiscal y como padre angustiado. Uno buscará la verdad y al otro le aterra lo que pueda descubrirse. La narración en primera persona por su protagonista principal, aun siendo muy arriesgada, es ideal porque permite recomponer los acontecimientos. Un punto de vista interesante para ir descubriendo su personalidad y entender sus decisiones. Pero es poco fiable porque buena parte de la historia quedará sesgada.

Alrededor de nuestro protagonista principal hay un reducido elenco de personajes secundarios, indispensables para el desarrollo de la historia, con sus diferentes registros. de entre todos destaca como faro en medio de una noche brumosa el personaje de Andy, un padre dispuesto a llegar a donde haga falta para proteger a Jacob. Para él no será nada fácil ver a su hijo acusado de asesinato por error, ver su vida arruinada sin justificación.

William Landay revela una radiografía del agónico retrato de un matrimonio que se irá erosionando por la sospecha. Nos hará testigos de cómo la incertidumbre va poco a poco consumiendo a unos padres que jamás se cuestionaron haber hecho lo correcto en la manera de criar a su hijo y ahora no cesan de planteárselo. Una familia corriente y aparentemente tradicional abatida por el desaliento y expuesta al escarnio de la opinión pública, un ente manipulado por los medios de comunicación, que juzga y sentencia.

Sintetizando: "En defensa de Jacob" es un thriller legal de fácil lectura, uno más dentro del género en la línea de John Grisham o Scott Turow, con un personaje principal desgarrado por la situación que le está tocando vivir, que cuenta con una trama perfectamente urdida y un giro final que impactará a más de uno, aunque deja sin aclarar información sobre la situación de cierto personaje. Su ritmo es fluido, pero se ralentiza bastante cuando nos sumergimos en ciertas descripciones técnicas relacionadas con la biología y la jerga psicológica. Una novela muy recomendable para los amantes de este género literario.
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Como buena amante de los Thriller he devorado este.
Normalmente leo más policiaco, investigación, incluso médicos, pero después de que me lo recomendaron, me adentre en el thriller judicial.

La novela empieza con el protagonista, el fiscal del distrito, llevado a testificar sobre aquel fatidico día en el que sus vidas cambiaron para siempre.
Un chico de 14 años, al igual que su hijo Jacob ha sido encontrado asesinado con varias puñaladas. Nadie se lo puede creer, dentro de Newton, una zona residencial donde caso todos los que allí viven son abogados, policías, gente de bien.

Andy al ser el fiscal es llamado para llevar el caso, y entonces todo se tuerce, una historia que te pone los pelos de punta a cada página, el sentimiento de un padre por ayudar a un hijo , en contra de toda una comunidad, tus amigos, vecinos, compañeros de trabajo, todos te dan la espalda, y lo único que te hace seguir adelante es el amor de un padre hacia su hijo, el fiel sentimiento de la inocencia hacia tu ser querido.
Toda la novela es un bucle constante de realidad perversa, mezclando sentimientos y leyes, ¿ Será un pasado de violencia familiar el eje de lo que pudo ser un asesinato?¿Como se puede defender lo indefendible aunque las pruebas y los echos no te ayuden,?¿ El amor de un hijo lo puede todo?

Emocionante, emotiva, satisfactoriamente escalofriante.
Te hará estremecer en cada capítulo, con unos personajes muy bien definidos.

Ben Rifkin de catorce años ha sido asesinado. Recibió tres puñaladas en el pecho cuando se dirigía al colegio. Andy Barber, primer ayudante de fiscal del distrito, se hace cargo del caso. Y eso a pesar de que la víctima acudía a la misma clase que su propio hijo, Jacob. Pero las cosas se van complicando y llega un momento en que las sospechas empiezan a recaer sobre Jacob. La fiscal jefe retira a Andy del caso y otro fiscal, Logiudice, acusa formalmente a Jacob. Andy está convencido de que su hijo es inocente por lo que decide ayudar al abogado defensor con todos sus conocimientos.


Como he dicho, me encantan los thrillers jurídicos, los trials books, así cómo las películas de juicios y abogados. Me fascinan desde que era muy pequeñita. Ni siquiera el haber estudiado Derecho y comprobar de primera mano, en Sala y fuera de ella, que la realidad de aquí no tiene nada que ver con esos juicios tan peliculeros que la tradición anglosajona nos ha hecho ver, ni siquiera eso ha hecho que me gusten menos. Es por eso que este libro ya tenía hecho, conmigo, la mitad del camino. Sobre todo porque es muy muy jurídico, muy procesal. Vamos, que casi todo la novela se pasan en Sala o preparando el juicio. Y eso, como entenderéis, me ha encantado.


Aunque el acusado es Jacob, el verdadero protagonista de la novela es su padre, Andy Barber. Es tan protagonista que incluso es narrador. Es él, en primera persona, quien nos va a contar toda la historia. Lo hará como implicado, como padre del acusado y como experto en juicios. Lo que le da a todo el asunto una perspectiva realmente interesante. Creo que es un absoluto acierto por parte del autor dar la palabra al padre de Jacob. Con un narrador omnisciente también habría funcionado bien pero en primera persona, teniendo en cuenta la situación de Andy, gana muchos enteros. Nos vamos a enfrentar a la situación de un padre cuyo hijo ha sido acusado de un crimen terrible: asesinato de un crío de catorce años. Pero, encima, este padre es experto en leyes y, de hecho, es él el que siempre ha estado en el lado de la acusación. Tener que verse en el lado contrario, sabiendo todo lo que sabe, para él es un horror. Pero para nosotros como lectores es una bendición porque él controla muchísimo del tema y nos lo va a explicar. Va a comentar en todo momento la jugada: lo que hace bien o mal el fiscal, los aciertos de la defensa, lo beneficioso o perjudicial que ha podido ser la declaración de un testigo, etc… Andy Barber sabe de lo que habla y el autor también porque él mismo trabajó durante mucho tiempo como ayudante de fiscal del distrito.


La novela se estructura en cuatro grandes partes, subdivididas a su vez en capítulos, con un total de cuarenta. Capítulos de corta extensión en los que predomina el diálogo, gran parte de él interrogatorio. Ello da muchísima agilidad a la narración y hace que la novela se lea sola y sin ningún esfuerzo.


El autor nos va a contar algo de lo que pasó antes del asesinato, para que podamos conocer a los personajes y la situación. Una vez dirigida la acusación frente a Jacob, buena parte de la novela se centra en la vista. Pero, además, tendremos un interrogatorio diferente, escrito con una grafía distinta, en la que el mismo fiscal Logiudice hace las preguntas pero el testigo parecer ser Andy. Hasta el final no sabremos qué pinta eso allí. Hablando del final, ¡uf! Sorprende y te golpea como un puñetazo; a mí me ha dejado noqueada.

Conclusión final

Por si no lo había dicho antes: me ha gustado muchísimo esta novela. Me ha encantado. La he disfrutado como una enana. No dudo de que estará entre mis mejores lecturas del año. Si, como yo, sois aficionados a los thrillers jurídicos, tenéis que conocer a Jacob.
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En defensa de Jacob,es un thriller en el que te van creando una serie de dudas sobre su protagonista y ya no sabes ni que pensar,a ratos piensas de una manera y a ratos de otra forma diferente, esta bien pensado para entretener al lector, la verdad que me sorprende la forma en la que el autor va llevando la lectura de un lugar a otro sin llegar a moverse en ningun momento de una sala de justicia en la que se celebra el juicio de Jacob.

Todo comienza cuando descubren un cadáver en medio del bosque con tres puñaladas en el pecho, y se dan cuenta que es de Ben ,un niño de catorce años. El ayudante del fiscal del distrito, Andy Barber, se hace cargo del caso pero cuando su hijo Jacob,que es compañero de Ben, es el principal acusado del crimen, Andy no sólo deja su trabajo, sino que todo en su mundo empieza a destruirse poco a poco,ya que se centra con una gran obsesión en ayudar a su hijo por encima de todo y de todos ya que el está convencido de que su hijo ha sido injustamente acusado.Este padre realmente creo que se muestra como cualquier padre podria hacer en su caso,aunque a veces se ve capaz de todo con tal de demostrar la inocencia a Jacob y asi devolver la paz a su vida y la de su familia. En Defender a Jacob, el escritor nos demuestra que es capaz de jugar con grandes metáforas incluso en una novela tan limitada como es este thriller legal. También podemos decir que el libro cuenta con grandes diálogos, que se van ajustando a las personalidades de los personajes como si los escucháramos hablar en cada página,en cada parte del juicio.
El personaje de Jacob no es el único protagonista que hay en la novela, para mi el padre cobra un gran papel en la defensa de su hijo, es una figura muy atractiva de la novela. Es sin lugar a dudas para mí un protagonista inmejorable al que a ratos apreciaremos y odiaremos a partes iguales, hay otro personaje que es la madre ,ella cobra un gran papel pero no nos daremos cuenta hasta que no llevemos muy avanzada la lectura ,no diré nada porque eso lo tiene que descubrir el lector........
La novela te hace pensar si todos en algun momento somos asesinos, unos por serlo ,otros por desearlo ,otros por provocarlo incluso por defenderlos,realmente da que pensar ,porque por nuestros hijos que somos capaces de hacer o de encubrir.....realmente cualquier cosa?compruebalo leyendo el thriller.

Cuando encuentran el cadáver de Ben Rifkin de 14años en el bosque con 3 puñaladas la comunidad de Newton pierde la tranquilidad para siempre. El caso lo lleva el ayudante del fiscal del distrito Andy Barber pero en el momento que su hijo Jacob es acusado del crimen toda su vida empieza a tambalearse.

Lo primero que voy a decir es que me ha mantenido enganchada, pero me ha gustado sobretodo porque ha sido una calma tensa por decirlo de algún modo, no es un thriller trepidante, no pasa todo súper rápido, pero te mantiene pasando páginas constantemente para querer saber que ocurre.

Una historia muuy bien hilada. Si que es verdad que aposté desde un principio por una hipótesis, por un sospechoso y resultó ser cierto pero las ganas de seguir leyendo y querer saber si estás en lo cierto y como termina todo se mantienen durante todo el libro.

Otra parte a destacar de la historia es lo que te plantea desde la portada, hasta que punto conocen realmente los padres a los hijos, y si son capaces de actuar en consecuencia? y aquí, en ese punto tengo reconocer que la historia me ha ganado. En esta historia pasas por muchas fases y como está contada en primera persona por el padre de Jacob, Ben, en todo momento ves lo que piensa y hasta que punto confía en su hijo.

La verdad que me ha gustado mucho, la pena es que se me ha hecho corto y si que es verdad que la jerga legal cansa un poquillo, pero por lo demás, genial, un buen thriller para pasar el rato.

Intenso thriller legal que una vez empiezas a leer es imposible parar. El ritmo, sin ser trepidante, se mantiene de forma constante de la primera a la última página; con casi 500 que tiene y no puedo decir que le sobre ni una sola. Una trama adictiva que sin embargo va más allá del típico libro de este estilo para adentrarse de forma sobresaliente en la personalidad, la tensión y la angustia de los personajes ante la dramática situación por la que están pasando.

Sin descripciones truculentas ni morbosas, el autor pone el acento en lo que de verdad importa consiguiendo así que el lector se ponga rápidamente en la piel de los personajes, muy trabajados y alejados de estereotipos, lo cual, tratándose del género que es, tiene mucho mérito. Cierra una trama redonda un final del todo inesperado que te deja, como mínimo, con un nudo en la garganta. Lo dicho, una muy grata sorpresa.

Hola lectores,vamos con un thriller judicial,que si bien no suele ser de los que mas me gustan ,tampoco me ha decepcionado.

Jacob es un crio de 14 años,al que iremos conociendo a traves de su padre,y sobretodo como lo ven los demás ,durante el juicio,Andy ,su padre,nos irá desgranando el caso,de varias formas ,tanto legalmente como emocionalmente,acusan a su hijo de homicidio de otro crio de su colegio.

Si bien todo está enfocado en Jacob,lo que realmente vemos es la diatriba de una familia,sobretodo de su padre,por defender a su hijo,si está justificado todo por proteger,como seguramente haria cualquier padre,solo que en este casi ,Andy es el primer ayudante del Fiscal y sabe perfectamente como llevar todo este tema.

Nos describe muy bien el desgaste,las dudas,por las que pasa toda la familia y más cuando comenzamos a saber que quizás Jacob no es tal como lo ve su familia.

Se me ha hecho un pelín larga la novela,quizás si le sobra algunas paginas debido a que el padre es el narrador principal y se excede un poco en mostrar todo lo que siente.

Creí que el principal protagonista sería Jacob,que lo es,pero casi siempre a ojos de su padre,me hubiera gustado más de él, y contado por el mismo,ya que me intrigaba saber si era o no un psicópata.

El último giro no me ha gustado,demasiado fácil y lo vi venir,y el final tampoco es que me gustara mucho,pero se acepta.
Recomendable si te gustan este tipo de thrillers judiciales.

A pesar de haber empezado muy bien, "En defensa de Jacob" de William Landay, al final me ha decepcionado bastante.
Esperaba mucho más. Creo que además, le sobran unas cuantas páginas.
Lo fundamental del libro, al menos para mí, no se trata de si el muchacho fue culpable o no (no digo que este punto no sea importante, que evidentemente lo es). El meollo del asunto es cómo un progenitor afronta el hecho de que a su hijo se le acuse de un delito; y nada menos que del asesinato de un compañero de instituto. ¿Hasta dónde es capaz de llegar un padre/madre para intentar defender/proteger a su hijo, o para conseguirle la mejor defensa posible?

Creo que el desenlace que nos plantea el autor no es el esperado; o desde luego no lo es en absoluto desde mi punto de vista como madre, ya que el escenario que nos describe me resulta cuando menos, anti-natura

Tengo que decir que me ha sorprendido mucho, la historia pues no es el típico thriller donde vamos buscando pistas y tenemos varios sospechosos; aquí ya tenemos un culpable que está apunto de ser juzgado, por lo que nos centramos en el juicio, en las pruebas que se van presentar. Aunque he disfrutado mucho del libro no puedo negar que al principio, los primeros 5 o 6 capítulos estaba muy pérdida pues no sabía por dónde iba la historia y qué era lo que quería conseguir el autor. Pero fue acabar uno de los capítulos que menciono anteriormente, y ya estaba dentro de la historia y quería saber más de todo lo que estaba sucediendo en la vida de la familia Barber.
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Conocí esta novela a raíz de la adaptación en formato serie en Apple TV+ y, aunque la novela llegó a mis manos unas semanas después de haber terminado el visionado de la serie en Apple TV+, no me arrepiento en absoluto de haber leído la novela posteriormente. La serie es un calco totalmente fiel, quitando algún que otro detalle como el género del abogado defensor de Jacob (en la serie es una mujer y en el libro un hombre) y cierto hecho del final, y os la recomiendo completamente. Además, el protagonista es Chris Evans, así que creo que es otro buen aliciente para animarse xD. Y, desde luego, también os invito a descubrir la historia a través de su novela pues conocer En Defensa de Jacob desde la perspectiva de Andy Barber, como fiscal del distrito y como padre, es inquietante y apasionante.

Jacob, el hijo de catorce años del primer fiscal de distrito de Massachussetts, Andy Barber, está acusado de asesinar a su compañero de clase, Ben Rifkin. En Massachusetts, los jóvenes de catorce años son juzgados como adultos cuando son acusados de asesinato y la familia Barber tiene que hacer frente al hecho no solo de que su hijo tenga que pasar por la dura experiencia de ir a juicio y la posibilidad de ser condenado por un crimen que no cometió, sino también por la mella que esa situación irá provocando en su familia, matrimonio, amigos y conocidos. Además, cuando las pruebas comienzan a apuntar a Jacob como el principal sospechoso... ¿hasta dónde estarías dispuesto a llegar por demostrar su inocencia? ¿Realmente conocen a su hijo? ¿Podría haber sido capaz de asesinar a su compañero de instituto?

En En Defensa de Jacob, Andy Barber narra la historia con profundidad y temor, exponiendo secretos familiares a lo largo de las páginas y presentando, al mismo tiempo, su perspectiva y experiencia como fiscal del distrito en la defensa y acusación de otros crímenes y delitos similares; cómo el ver a su hijo como acusado hace que Andy sea incapaz de ver la realidad tal como es, sesgándola por la cercanía y el amor que siempre para con su hijo. Los secreto familiares que se van desvelando afectan al caso de manera directa y muestras la losa y las dudas que se van agolpando con más insistencia en ellos, en especial en su esposa Lauire. El juicio hará tambalear los cimientos familiares y una relación matrimonial y de amor que se remonta a la época universitaria, donde Andy y Laurie se conocieron y empezaron a salir. La presión de los medios, las habladurías, los secretos que empezarán a descubrir de su hijo, etc. No importa lo fuerte que parezca un matrimonio, pues un golpe como este puede hacer tambalear cualquier confianza de hierro.
La mayor parte del drama proviene del impacto del juicio en la familia Barber. En Defensa a Jacob es más el retrato de una familia bajo extrema presión que otra cosa. Andy está empeñado en defender a su hijo y está convencido de que otro sospechoso es el verdadero asesino. Su esposa, Laurie, se desvía de la protección materna a la horrorizada cautela de que su hijo podría haber cometido el crimen. Jacob es más difícil de interpretar y se juega con esa incertidumbre a través de la narración de Andy Barber, un hombre tenaz y con una fe inexorable en su hijo.

En Defensa a Jacob no dista mucho de ser diferente a otras novelas del género centradas en juicios y la resolución e investigación de algún crimen. Sin embargo, destaca por la forma narrativa ya la presente de dos giros narrativos sorprendentes. Nos encontramos con dos momentos narrativos: el primero abarca desde el inicio de la investigación del asesinato de Ben Birkin hasta el final del juicio y, el segundo, se nos presenta con Andy Barber siendo interrogado por uno de sus viejos compañeros de profesión, el cual también fue el abogado de la acusación en el juicio contra su hijo. Desconocemos los motivos de este interrogatorio y, hasta el final de la novela, nos descubriremos el por qué y, repito, nos dejará helados. Es una conclusión que lleva a En Defensa a Jacob a un plano diferente.

En resumen, 'En Defensa de Jacob' es un thriller legal emocionante que examina hasta dónde está dispuesto a llegar Andy Barber, marido y padre, para proteger a su familia. El ritmo de la historia es pausado, pero la narración desde la perspectiva de Andy Barber otorga emoción y hace que, como lector, te cuestiones constantemente dónde se encuentra la delgada linea que separa su visión y experiencia como fiscal del distrito con la de un padre que tiene una sola idea en mente: encontrar pruebas que demuestren la inocencia de su hijo, no su culpabilidad. ¿Qué será lo que encuentre al final? ¿Inocencia o culpa?

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