Trece cuentos breves de extensión, pero extensos en contenido y delirio. Los protagonistas son dictadores, jueces muy injustos, califas crueles y otros especímenes que prodigan sus crueldades convencidos de que están haciendo lo correcto. Humor negro, ironía, sarcasmo y mucha metáfora para hablar de lo que era Argentina en 1982, lo que era el mundo en aquel tiempo. No se priven de leer a Laiseca. No les digo que le entren a Los Sorias, pero los cuentos pueden leerse en cualquier momento y en cualquier lugar. Y los va a dejar pensando... |