La ciudad de los vivos

Nicola Lagiogia es un periodista italiano al que le pidieron escribir un libro sobre un asesinato diferente: una noche en la que iban puestos de todo, dos jóvenes de buena familia matan a un chico de orígenes más humildes de un modo muy violento, a martillazos y cuchilladas, alargando su sufrimiento durante lo que parecen horas, pero lo que más llama la atención del caso es que no tenían ningún móvil para cometerlo. Lagiogia se ve atraído inexorablemente por esa aleatoriedad y violencia brutal, sea maldad en estado puro que le recuerda ciertas cosas de su vida que preferiría poder olvidar.

El libro comienza con la presentación del hecho en sí y la reacción de las distintas partes interesadas. Posteriormente el autor relata su aceptación del encargo y sus investigaciones, incluyendo los testimonios de familiares, amigos y profesionales relacionados con el caso (policía, periodistas, psicólogos), y la reacción de los medios de comunicación y redes sociales. Todo el conjunto nos hace profundizar en ese germen del mal que parece nacer en las mismísimas entrañas de una ciudad que se nos presenta como decadente e inundada de odio y perversión; nadie parece salir indemne, incluso el propio asesinado tenía una doble cara desconocida por su familia y su novia.

Se trata de una lectura de esas que te atrapan, incluso aun sabiendo desde el principio quiénes son los culpables y quién la víctima, pero ese algo oscuro que todos tenemos dentro te hace querer saber más, entender el porqué de los asesinos, del asesinado, del escritor. Además me ha sorprendido mucho por su estilo, porque mezcla distintos estilos de narración que hacen que se mueva entre la ficción y la realidad. Como única pega su longitud, creo que es demasiado reiterativo y hay partes que se hacen algo pesadas, aunque entiendo que es debido a su afán por recopilar la historia al completo.