La Tierra de las Puertas: Volumen II

Las dos hermanas arpías, Yanúr y Dárseun, llegan a Datrebíl, una ciudad secreta bajo tierra donde se refugia la última resistencia de la Tierra de las Puertas. El mal cada vez está cogiendo más territorio, matando la naturaleza, y Gea está cada vez más débil. Mientras Skrár, el poseedor de alma, inicia un ataque a Nasájiar, un enclave importante, la resistencia se encamina a recuperar Néde, cerrar sus puertas y regenerar el bosque para dar fuerza a Gea. Cada vez hay más oscuridad, pero la esperanza y la luz harán todo lo posible para ganar esta batalla.

Este es el segundo tomo (podéis ver la reseña del primer aquí). Hace tiempo que me lo leí y apenas recordaba cosas. Esto no me ha supuesto ningún problema porque, a medida que iba leyenda, se iban recordando algunos aspectos importantes. Las dos protagonistas siguen siendo las dos arpías, Yanúr y Dársun. En esta van teniendo una evolución, muy lenta y apenas perceptible, eso sí. Junto a ellas tendrán también un cierto protagonismo Gea, la señora de la naturaleza, Rásol, un seluza, Maél, un enano, y Kráft, un hompájaro, entre otros. Incluso veremos de nuevo a Ándra y a las temibles y despiadadas xánimas, como como vampiros. A este respecto, Kráft es un personaje que gusta mucho, con un pasado tormentoso y un ser justiciero.

El mundo creado por Labiur es bastante extenso. En este conocemos algunas partes más, pero quedan otras muchas por descubrir y aquí quedan solo mencionadas (como el reino de los keltonianos, una raza que me ha resultado muy interesante). Labiur, como en el anterior, coge elementos de la literatura fantástica tradicional y los va adaptando a su mundo. No solo hace esto, sino que también coge criaturas de la mitología clásica. Aquí se profundiza algo más en los portales, de hecho gran parte de la trama ocurre en Néde.

Este libro también tiene algunas cosas flojas. Por ejemplo, es necesario hacer una corrección, no solo gramaticales (como los cambios que se hacen en la escritura de un mismo nombre) sino también en edición (como poner bien los guiones de apertura y cierre de las conversaciones y pasar a otro renglón lo que es descripción). También me ha faltado mucha acción, si bien el primero tenía, en este sí hay, pero esta sucede muy rápido, demasiado, y saber a poco. Hay también algunas escenas que me ha resultado un poco "deus ex machina", que podrían haber dado mucho juego. Tampoco me ha gustado mucho la subtrama romántica, que me ha aparecido demasiado rápida. Por contra, ha habido otras muchas cosas que me han gustado mucho, como la introducción de las traiciones.

Labiur ha dotado a su mundo de un idioma antiguo propio, que se basa en poner las letras al revés. La lectura de la novela es bastante amena y entretenida, con un ritmo bueno, aunque a veces muy lento en cuanto a acción. También es una escritura que no se recrea en densas descripciones, lo que a veces se agradece, pero el lector podrá imaginarse el paisaje por sí mismo. Pero la autora consigue volver a atrapar al lector con el último capítulo, parando la escena en un momento clave.

Por último, la edición cuenta con una decoración a base de parra de vid que bordea las páginas. Además, en su interior hay numerosas ilustraciones a todo color, no solo de los personajes, sino también de paisajes y razas, lo que ofrece un apoyo visual para uno imaginarse las escenas. Es un libro que, en este sentido, es muy llamativo y bonito.
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