QUEMAR LA CASA: 236

Quemar la casa", un manifesto contra a vínculo pai-filla , contra o corpo e contra a palabra.
Losada fai tanxible esa dor a través da escritura en tres intensos capítulos, rompendo coa política e cultura do silencio que fai dela unha "res inmóvil de mejillas ardientes niña domada      diseccionada".
.
 Lara quere que coñezamos a súa ferida, que sepamos a forma na que está atrapada e que cando percibamos toda esa tristeza digamos " este cuadro es negro es pesado y está frío".
.
Unha casa é unha construcción pechada disposta a habitarse e cando a casa non é un lugar seguro sucede a violencia.
En España mais do 25% das crianzas son maltratadas por parte de coidadores principais é dicir, que o maltrato sucede dentro do fogar; un lugar que debera ser refuxio. Durante o confinamento as estadísticas son abrumadoras e o que para algunhas crianzas e familias "quédate en casa" foi un privilexio, para outras foi o mais absoluto dos infernos. A institucionalización familiar é unha trampa socio-política e cultural.
.
A miña casa sempre foi un lugar seguro e non podo imaxinalo de outra forma. Podo chegar a sentir entón rexeitamento deste privilexio? Me pregunto. Como podo sentir esta dor si non me pertenece?
.
Este poemario sucede á novela Un poco de tu leche, o primeiro contacto que tuven coa escritura de Lara. Ainda que incomparables, a voz poética que utiliza é honesta, sin adornos e non fai beleza dunha situación que non o é. 
"Me gustaría decirte que tú fuiste el golpe
separada desde
entonces del impulso primario, negada al afecto.
Existo refugiada en la angustia de las no amadas
las no válidas"
Podo definir a Lara como "la chica con una cerilla y un bidón de gasolina" disposta a facer saltar todo polos aires, a queimar a casa e convertir esta pesadez en cinzas.

Si non coñecedes a @laralosadaa , aquí tedes un preámbulo para facelo.

Lara Losada escribió este poemario compulsivamente.
Compulsivamente lo he leído yo. Dos veces. Y dos veces he llorado.

Grito, llanto, desahogo.

Revolución, evolución, confesión.

Quemar al padre, los desastres del cuerpo y del alma, arder con ellos para resurgir limpias -ungidas- gracias al fuego y al agua derramada por nuestros cuerpos.
Usar el lenguaje también como arma de destrucción de todo aquello que nos anula, que nos abusa.

No parar hasta que tu casa sea un lugar seguro, sin culparte porque hasta entonces no lo haya sido, quemar la[s] casa[s] precedentes y -como ni así desaparecerán sus cimientos- abrazar tus cicatrices y amarte por ser así a pesar de todo, pese a todo, por encima de todOs, por ser merecedora de amor, por ser tú. Intentar que la cicatriz no se abra y vuelva a sangrar, y si sangra...seguir hacia adelante y refugiarte en tu hogar seguro, en tus abrazos seguros, en tus personas seguras.

Y ya sé que parece que no hablo de este poemario, pero creedme, hablo de él y del fuego que lleva y provoca. Duele, aviso a navegantes, duele y mucho, pero ojalá todos los dolores tuvieran el poder de acompañar que tiene 'Quemar la casa'.