El oficio de la venganza

Aristóteles crítico de literario que vive bajo un pseudónimo conoce a una escritora con la que comienza una relación sin revelar su identidad real, tiene la vida perfecta junto a su novia Julieta y su perro Jamón en un pequeño departamento, por fin a aceptado lo que es a pesar de los problemas que esto le puede atraer, muy en el fondo es un poeta, que nunca ha sido publicado y no aspira serlo. Pero un día conoce a Cristóbal, el antiguo dueño de su departamento, todo parece normal, lleva una vida feliz y un día simplemente se da cuenta que ha sido traicionado no solo una vez sino dos voces por aquellas personas que más le importaban, su “mejor amigo” y su novia que se ha llevado hasta Jamón. Desde aquel momento su vida se ha derrumbado creciendo en su interior esa sed de venganza que lo está carcomiendo poco a poco y está decidido a llevarla a cabo… un día.

Cristóbal, no es una perita en dulce, no, el es un timador, estafada sin importarle quién puede salir dañado en una de sus “transacciones” desde siempre lo ha hecho, incluso hasta su madre fue una de las personas que cayó en sus redes, cualquier persona que se cruza en su camino parece ser solo un escalón para poder conseguir su beneficio, ha lastimado a demasiadas personas, pero parece que el no se detendrá hasta conseguir ese sueño anhelado… encontrar la transformación, la purificación del alma y apoyándose en una cultura antigua y sus ritos y sacrificios, tendrá seguidores que lo apoyarán y en el bosque, perdidos en la nada, fundará Utopía.

Aristóteles con su sed de venganza recorrerá medio mundo buscando en su camino a todas aquellas personas que tuvieron la mala suerte de conocer a Cristóbal, cada una de esas personas será pieza clave para armar ese rompecabezas de la vida de ese personaje solitario y temeroso que ha dejado a más de una con esa misma sed de venganza y gracias a la información que ha conseguido, comienza su caza y está decidido a llevar a cabo su venganza… pero quizá este sentimiento se está apoderando de la vida de Aristóteles que incluso él comienza a temer si es real lo que siente o solo es movido por ese sentimiento oscuro, perdiéndose él mismo en algo tan bajo como el móvil que lo mantiene inspirado.

Como ya lo mencioné tiene un lenguaje muy coloquial que ha hecho la lectura sea de esas que devoras, y por lo menos a mi, me ha encantado la forma del autor de transportarnos de la ciudad de México a Barcelona, New York a Isla Mujeres, llevarnos a Michoacán, así como a Londres, entre otras ciudades, dejarnos ver algunas cosas de esas ciudades y algunas costumbres de cada lugar y que de esta manera vamos viendo junto a Aristóteles la transformación o evolución que ha tenido Cristóbal en todos estos años y no solo de él, con cada fragmento encontrado de su vida, él también ha cambiado y crecido.

Conoceremos varios tipos de venganzas así como también diferentes sentimientos que mueven a las personas buscarla…

El final, es que me ha impactado, quizá no era lo que me esperaba, bueno, en realidad es que la novela no era lo que me esperaba ya que creí que el autor nos metería en la cabeza de su personaje principal mientras este se devana los sesos buscando la mejor manera de ver sufrir a su archienemigo, tal vez imaginé que encontraría algo más cliché y lo que me encontré fue una especie de crónica que poco a poco va hilando los acontecimientos del pasado y presente de ambos personajes donde vamos conociéndolos y vemos la evolución que tiene ambos.

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