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Para mi leer los libros de esta saga es muy atrapante y satisfactorio, L.J Smith tiene un dote para escribir escenas cargadas de misterio e intensidad, se le hace muy fácil poder plasmar un entorno sobrenatural sin perder la esencia juvenil que caracteriza a sus personajes. Lo más curioso es que integra a este ambiente escolar la vejez y sabiduría que solo puede traer la inmortalidad de la vida eterna, en ningún momento los diálogos son ridículos ni infantiles, cosa que pasa a veces en algunos libros del mismo género y trama, que manipulan demasiado el romance y las hormonas adolescentes. En este caso, Elena y Stefan se ven separados por décadas y décadas más la trama está bien dirigida a mantener siempre la fragilidad del humano, el poder sobrehumano de lo que no puede morir, y el constante choque de la vida y la muerte. Es lo más exquisito de esta saga, que mantiene muy puro el concepto del vampirismo, de aquel que es más del estilo de Dracula que Nosferatu: encantador, seductor, manipulador, poderoso. Explotando siempre las características mágicas que se les atribuye, como el cambio de formas, el poder hipnótico, el toque propio que les da Smith con auras de energía que alteran lo que les rodea. Por el lado de la trama, me temo que al explicarla suena como otra historia de vampiros adolescentes, pero la realidad es que siento que la forma de escribir de la autora y los sucesos por venir de los siguientes libros que se alejan un poco más del ambiente escolar a una historia más épica y amplia es un punto claro a favor de porque esta saga es para leer si o sí. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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