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La primera parte de esta bilogia, Como el hielo, me gustó mucho. Fue una historia muy bonita, tierna y apasionada, y me dejó con ganas de más. Jennifer siempre me deja con ganas de más. Así que estaba deseando leer esta segunda parte, la historia de Andrea y Tanner, que fueron personajes secundarios en la historia anterior. Una vez más, Jennifer me ha conquistado. Nuestros protagonistas son Andrea y Tanner, los mejores amigos de Kyler y Sidney, los protagonistas de la historia anterior. Desde el momento en el que se conocieron existe una gran atracción entre ellos, pero ninguno de los dos quiere dar el paso, reconocer lo que sienten, porque temen que sea algo más serio de lo que creen. Por lo que se mantienen en un tira y afloja, tantean, presionan para ver quién aguanta más, dónde está el limite. Pero una semana en una cabaña en las montañas con Kyler y Sidney, hará que ambos dejen de jugar, que la cuerda se rompa y no puedan seguir evadiendo sus sentimientos. Porque por más que evitemos enfrentar la realidad, ésta nos alcanza tarde o temprano. He puntuado un poco más alto esta novela porque en esta ocasión la pluma de Jennifer ha sido más la que conocía que en el libro anterior. Pero también es cierto que la historia no es lo que esperaba, que es mucho más dura de lo que pensé que sería. Y aún así, la trama no podría haberse desarrollado de otro modo. La historia de Andrea, por dura que sea, tenia que transcurrir así o no hubiera quedado tan real. Jennifer tiene una delicadeza, una habilidad para contar historias de manera cercana y real, de tratar con tal habilidad y maestría los sentimientos y las emociones que te sientes parte de la historia, te sientes identificado en uno u otro momento, te enganchas sin remedio. Y, por muy sencilla y amena que sea la historia, aunque en este caso tenga algo más de carga argumental que en el anterior, la disfrutas desde la primera página hasta la última. Si bien ha habido alguna cosilla que no me ha convencido del todo, puede que porque me había hecho una idea de cómo iba a ser la historia y no ha sido así o porque me hubiera gustado que estuviera centrada más en la pareja protagonista, en reglas generales me ha gustado tanto la historia como los protagonistas. Andrea tiene carácter y es leal y generosa, pero está tan perdida en su propio pozo interior que no encuentra la salida. Parece mentira lo mucho que confiar en aquellos que te quieren puede ayudarte a salir de ese pozo oscuro. Y Tanner... no es para nada lo que esperaba. Pero en el buen sentido. Pensé que sería el típico guaperas mujeriego que solo piensa en sí mismo, pero es todo lo contrario y ha sido una grata sorpresa descubrirlo. Es encantador, justo lo que Andrea necesitaba a su lado. En definitiva, una historia dura pero muy bonita. Y podemos disfrutar un poquito de Sydney y Kyler, totalmente enamorados y tan adorables como en el primer libro. al igual que en el libro anterior, esta historia está narrado a dos voces por Andrea y Tanner, intercalando una parte de cada uno. El ritmo es ágil, ligero y al ser cortita, se lee en un suspiro. En definitiva, una historia real, difícil pero muy bonita, al igual que la pluma de su autora, que te atrapará sin remedio y con la que disfrutarás sin ninguna duda. Os la recomiendo totalmente si os gusta la romántica juvenil porque estoy segura de que os encantará. Y si no, también. Como ya os dije en la reseña anterior, Jennifer siempre es una apuesta segura. Enlace: https://lepasseurdaurore.blo.. |
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