Un hoyuelo es, en realidad, un defecto de nacimiento. Un músculo facial muy corto que tira de tu piel cuando sonríes, provocando marcas en las mejillas. Por consiguiente, tanto mi padre como yo somos defectuosos.
|
Un hoyuelo es, en realidad, un defecto de nacimiento. Un músculo facial muy corto que tira de tu piel cuando sonríes, provocando marcas en las mejillas. Por consiguiente, tanto mi padre como yo somos defectuosos.
|
Mis pensamientos nocturnos pueden agruparse en cuatro categorías. Siguen el mismo patrón, la misma rotación predecible cada noche. Lavar, aclarar, secar, repetir.
|
No es ningún secreto que Chicago es la ciudad con más callejones del país, con más de mil quinientos kilómetros de callejuelas sombrías. La clases de lugares oscuros donde la gente suele esconder su basura y sus miserias.
|
Cuando no puedes dormir, el tiempo es como un perezoso de tres dedos.
|
La lucidez terminal: un último momento de lucidez antes de que una persona muera. Un último torrente de inteligencia y de consciencia. Cuando se despiertan del coma y hablan por última vez. O cuando se despiertan del coma y hablan por última vez. O cuando un paciente de alzhéimer tan grave que ya no reconoce ni a su propia esposa se despierta de pronto y recuerda. Personas que llevan décadas catatónicas se incorporan y, durante unos segundos, son normales. Todo está bien.
|
—La espera es la peor parte —me dice, y no sé a qué se refiere con eso; esperar a que la pastilla haga efecto o esperar a que mi madre se muera.
|
Es un retelling de...