Un hombre corriente no se preocupa porque los pájaros mueran o el clima cambie. Se preocupa de la comida sobre la mesa de su familia
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Un hombre corriente no se preocupa porque los pájaros mueran o el clima cambie. Se preocupa de la comida sobre la mesa de su familia
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Es sencillo querer a un extraño
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Le llaman por el nombre de su padre. Yukiko frunció el ceño e hizo como que no entendía. —¿Quién es Kioshisan? —Ah. —El Hombre del Gremio soltó una risa corta, un ladrido sin gracia—. No tuviste oportunidad de conocer su nombre mientras le arrancabas la piel de la carne. Kioshisan es el Artífice al que rescataste del accidente. Me había equivocado. Creí que vosotros dos os habíais vuelto… íntimos. —Oh. —Yukiko parpadeó—. No me imaginaba que vosotros tuvierais nombres. —No los tenemos. —Nao apuntó hacia la puerta—. El loto debe florecer. |
Vosotros sois el pueblo. Vosotros tenéis el poder.
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Eres parte de este mundo. Tienes el poder de hacer un cambio para mejor.
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Les enseñaremos que su adicción al loto les está matando, matando todo lo que tienen a su alrededor. Les enseñaremos que el único poder que tienen los gobiernos es el poder que les da el pueblo.
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Cuando el destino de un hombre no es de su propiedad, cuando puede morir a instancias de otros que han nacido con más suerte, más riquezas, cuando suda toda la vida a cambio de las sobras de la mesa de otras personas, entonces está en peligro. Pero cuando su corazón lo acepta, cuando deja de luchar contra esa injusticia, entonces es un esclavo.
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Es más fácil hacer lo correcto si no se tiene la tripa vacía
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Jugamos con las cartas que nos dan en lugar de lloriquear por las que nos podrían haber dado
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El tipo de preguntas que acarrean una orden de detención y una silenciosa muerte por inanición en las apestosas entrañas de la cárcel de Kigen
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¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?