Imperio

Como siempre pasa con las segundas partes, no hablaré mucho de la trama para no hacer spoilers, pero os diré que continúa un tiempo después de los hechos que cierran la primera parte.

Acompañaremos a Yukiko de nuevo por el Japón feudal steampunk que caracteriza a esta trilogía y seremos cómplices de su lucha con sus enemigos y con ella misma, ya que veremos como su determinación se tambalea en bastantes momentos.

Debo decir que esta segunda parte me ha gustado algo menos que la primera. Me ha gustado, pero me ha parecido algo más pausada y que, casi hasta el final, no tiene mucha acción. Se centra un poco más en la trama política y rebelde y cómo se fragua su lucha.

Se ve un gran cambio y evolución en Yukiko, que lo pasa bastante mal. Y ha habido algunos comportamientos de diversos personajes que me han sorprendido y dejado con ganas de más.

Casi al final del libro se desvelan algunas cosas que me dejaron con la boca abierta y la necesidad de continuar leyendo. Y el giro que da el autor al final con un personaje para cerrar la segunda parte también me dejó boquiabierta.

Otra cosa que me encanta de esta trilogía en general es como se juega con la dualidad de lo tradicional y lo tecnológico. Nos encontramos con un Japón en el que el honor, el folclore y las tradiciones se entrelazan con la modernidad y la tecnología steampunk.

En general, una segunda parte con un ritmo algo más lento que en el primer libro y que se centra un poco más en la trama política y de intriga que en la acción, que aparece casi al final. Pero, aún así, un libro que me ha encantado y que me deja con ganas de leer la tercera parte y ver cómo sigue evolucionando Yukiko.