El ruiseñor

Voy a ser la nota discordante entre un mar de críticas que lo califican de maravilla y aunque no puedo decir que no me haya gustado porque la pluma de la autora es muy buena, no me ha encantado.

Cuando leo una historia situada en la Segunda Guerra Mundial voy buscando algo más que un drama. En ese periodo tan negro de la historia cada una de las personas que vivían entonces tenían una vida dramática. Así que no, eso no es lo único que voy buscando pero eso es lo único que me ha aportado este libro. al principio pensaba que iba a ser algo más, una historia de crecimiento y sí, también de sufrimiento, pero una historia donde dos hermanas muy diferentes entre sí se enfrentan a la guerra, a las privaciones, al dolor y a la pérdida. Y aunque en parte lo ha sido no ha llenado mis expectativas. La autora se ha agarrado al drama y ya no ha querido soltarlo, ha utilizado todos y cada uno de los recursos que le brindaban esa época, que lamentablemente no son pocos, y los ha usado para dramatizar, muchas veces perdiendo incluso la coherencia.

Y sí, me emocioné con el final, habría que ser de cartón piedra para no sentirse conmovido y más cuando está escrito tan bien pero eso no quita que cuando me detenga y reflexione me dé cuenta de cuando hay un exceso de dama, de cuando la historia se construye para sacar las lágrimas y en este caso así ha sido.