Hacia rutas salvajes

Hacia rutas salvajes cuenta la reconstrucción de la ruta tomado por Christopher McCandless en una vida nómada y salvaje que lo llevo a Alaska.
Es muy curioso como la historia se repite, la humanidad anda en círculos, una y otra vez y de vuelta a empezar, cada uno de los personajes que buscaban su armonía con la naturaleza y que, en una juventud imprudente, carente de sentido común a veces, taciturnos o eufóricos otras, se ponen en riesgo. Lo veo cada día, muchos jóvenes con actitudes temerarias, prestos a la crítica y muy susceptible frente a la actuación de los adultos, sobre todo de los padres.
En el caso de Chris en vez de aprender la lección y preparase mejor, en la soberbia de la juventud o de creerse muy inteligente sucumbió por su propia tozudez.
Muchas veces la gente navega con suerte, logra sortear los peligros y llegar ileso hasta la próxima meta, pero si no aprenden de la experiencia tarde o temprano, la vida le pasará la factura y entonces, su crédito de suerte estará en números rojos y solo es posible el descalabro y la bancarrota.
Jon Krakauer siente una fascinación primero por lo que la historia de la aparición en Alaska y luego por la vida de Chris, dispuesto a desentrañar los misterios de su viaje, va reconstruyendo la vida durante esos dos años y no solo sus pasos, sino su mente, sus anhelos, y yo creo que esta fascinación está relacionada con el hecho de cierto paralelismo entre la vida del muchacho y la versión mucho más joven del propio autor. de todas maneras, como en una especie de “Crónica Muerte anunciada” recorremos los parajes junto al protagonista y sufrimos viendo sus errores a posteriori.
Jon habla desde la propia experiencia, y vemos constantemente esos rasgos rebeldes de la juventud, cuyas acciones son declaraciones de principios y lucha contra las entelequias de la dominación parental.
Los padres muchas veces debemos ver a nuestros hijos rodar colina abajo en un claro ejemplo de conducta autodestructiva y es imposible que nos quedemos quietos sin siquiera extender la mano y tratar de detener la caída... Sabemos por experiencia propia que nadie escarmienta por cabeza a ajena pero es inevitable tratar de evitarle sufrimientos a nuestros seres queridos y más a nuestros hijos y cuando el desastre nos cae encima nos mortificamos con todos esos "y si hubiera hecho esto, si hubiera dicho esto” y vemos como un fracaso no haber logrado que nuestros hijos confiaran en nuestra experiencia... Pero, en fin, es así desde tiempos inmemoriales... La humanidad parece avanzar en círculo, aunque quiero creer que realmente es una espiral y que con cada vuelta estamos un paso más allá... Lo que le pasó a Chris, les pasa a muchas personas, algunas historias las leemos en los diarios y otras las escuchamos en noche de cuentos... Algunas otras no salen tan mal y quedan como historias de nuestros antepasados o contemporáneos, solo cuando ocurre una tragedia es que empezamos a pensar en los cómo y los porqués.

Lo que encontraremos en el libro es una especie de documental-reportaje. Puede sonar aburrido, pero a mí, personalmente me fascinó.

☞ Puede que al tratarse de una historia sobre alguien real, empatizar con el protagonista fuese mucho más sencillo. Su visión del mundo, a veces dura, a veces utópica, cala de una forma que no sabría expresar con palabras. Y lo mejor de todo es que no solo empatizas con Chris, también lo haces con la otra parte, la de aquellos que veían en su idealismo los peligros que implicaba su aventura.

☞ El viaje. A pesar de que conoces el desenlace de la historia desde el principio, cada avance en la aventura resulta inesperadamente emocionante.

☞ Las descripciones. Reconozco que no soy admiradora de los escritores que se detienen demasiado en descripciones del paisaje, pero en este caso no me resultó en absoluto un obstáculo para disfrutar de la lectura. al contrario, la forma que tiene Krakauer de describir el entorno te envuelve por completo.

Una historia extraordinaria, una llamada a la reflexión sobre la vida que, al parecer, suscitó una polémica nacional entre los que admiraban la hazaña y los que pensaban que McCandless se había vuelto loco.

📖 ♥♥♥♥♥ (5/5)

¿Cuántos quieren escapar de la rutina del día a día?. Estoy segura de que todos querríamos eso de vez en cuando.

La historia de «Alex» explora el corazón humano. Un joven con toda su vida por delante, pero quiere explorar, vivir de verdad. Su vida es una lección para todos nosotros porque Chris hizo lo que a muchos jóvenes les gustaría hacer. Su historia, aunque termina tristemente, es muy inspiradora.

El hecho de que este joven pudiera vivir de acuerdo con su ingenio y sobrevivir a tantas aventuras por sí mismo, hacer amigos en cualquier lugar y reconocer que cada viaje podría ser el último, y aun así seguir adelante, es un testimonio de la voluntad del hombre.

Parte de la historia de Chris es tremendamente triste, pero en general, logró su objetivo de ver Alaska y vivir la vida como deseaba. ¿Quién no quiere eso?

Jon Krakauer ha hecho un buen trabajo al contar la historia con todos sus baches y dejar que el lector entre en la mente y los movimientos de este joven.

“No eches raíces, no te establezcas. Cambia a menudo de lugar, lleva una vida nómada… No necesitas tener a alguien contigo para traer una nueva luz a tu vida. Está ahí fuera, sencillamente” (Christopher McCandless)

En abril de 1992, dentro de un minibus oxidado abandonado en la intemperie en Alaska,se halló el cadáver de un joven de 24 años llamado Christopher McCandless.

Jon Krakauer, alpinista y colaborador de la revista Outsider, publicó un reportaje en 1993 acerca del suceso. El artículo produjo un sin fin de polémica acerca del chico, y no contento con ello, decidió investigar independientemente el caso: de cómo un joven recién graduado con notas excelentes y de clase social alta, dejó atrás a su familia, amigos, para hacer un viaje a las tierras inhóspitas de Alaska, con una mochila llena de libros, par de vaqueros y un abrigo para esta aventura que le costó la vida.

Este libro me dejó un gran poso por unos días. Ya había visto la película acerca de Christopher McCandless, la historia de un joven que lo tenía todo pero quiso deshacerse de ataduras y material alguno. La adaptación cinematográfica de este hecho real, inspirada por este libro-reportaje, y dirigida por Sean Penn, obtuvo la mejor crítica y fue famosa en su momento. Yo la había visto hace ya bastante, pero lo cierto es que se quedaron muchas lagunas en toda la trayectoria que hizo el chico ya que, al hacerlo solo, y sin apenas escribir nada, sólo algunas anotaciones aquí y allí, quedaron muchas lagunas..

Me llamó la atención leer el libro porque es una recopilación de toda la información que pudo conseguir el autor sobre Christopher McCandless. Se entrevista con todas las personas que lo habían encontrado por el camino, con sus padres y hermana, con la cual mantenía un vínculo más cercano con su hermano. Contrastó su proeza con la de él mismo acerca de la necesidad del riesgo y lo desconocido, al igual que con otras historias de alpinistas y no alpinistas, reflexionando acerca de los motivos del joven.

Parece que el muchacho odiaba el sistema social que, bajo su punto de vista, lo encorcetaba, la obligación de acatar normas y tener un camino marcado era algo que le angustiaba, además no tenía buenas relaciones con sus padres, a los que les envió por correo el título que obtuvo de la carrera sin despedirse de ellos. Se marchó en su viejo coche de segunda mano, y dió rienda suelta a su libertad con el objetivo claro de llegar a Alaska.

Durante el trayecto, cargado de libros de Tolstoi, Jack London, y algunos más, era todo lo que necesitaba, por lo que rechazaba una y otras vez cualquier tipo de consejo o ayuda que le ofrecían aquellos con los que se cruzaban por el camino. A pesar de ello, todos coinciden en que era un joven excepcional, con mucho carisma, que hablaba poco pero era muy agradecido, e incluso ellos no entendían que quisiera hacer esa aventura, ya que veían que era una persona muy inteligente y cabal.

Honestamente este reportaje, a mi modo de ver, bastante documentado, por su puesto con algunas cosas que no podemos más que estimar cómo sucedió, da para reflexionar muchísimo sobre muchas cosas: la sociedad en la que vivimos, la crueldad de la naturaleza y sus cantos de sirena, la necesidad de volver a lo básico, la importancia de conocer bien a nuestros seres queridos, etc., y un sin fin de cuestiones que da para muy buenas conversaciones y reflexiones.

Es un libro algo triste, no mentiré, pero vale muchísimo la pena conocer un poco a este ser humano tan especial.

Recomendable tanto el libro como la película, y sobretodo recomendadísimo para aquellos que escuchan la llamada de lo salvaje ;)

Enlace: https://linktr.ee/Srta.Bethsua

Esta biografía de viaje escrita por Jon Krakauer sin duda deja su huella, aunque creo que es una de esas excepciones en las que la película es realmente mejor que el libro. No digo que sea una mala lectura, pero hubiera preferido centrar la historia solo en las aventuras del personaje principal Christopher McCandless. Jon Krakauer incluyó sus propias experiencias con la naturaleza y las de otras personas también, lo que lo distrajo de la historia principal y realmente no agregó nada importante. El viaje de Christopher McCandless es lo suficientemente impresionante tal como es y los otros capítulos no son necesarios o no ayudan exactamente a comprender por qué Christopher hizo lo que hizo. O tal vez la película me arruinó, quién sabe ... No estoy segura de estar de acuerdo con sus ideas o acciones, pero respeto a Christopher por tener sus propias ideas y comenzar una aventura que la mayoría de la gente no se atrevería incluso fantasear. Por lo tanto, no puedo negar que Hacia Rutas Salvajes es una lectura muy impresionante con un final trágico que es perfecto para aquellos que disfrutan leyendo historias de supervivencia.