259 saltos, uno inmortal

La obra gira en torno al exilio de Sara, una expresidiaría de las muchas que sufrieron la dictadura Argentina.

Un apunte curioso sobre este libro, es que si bien se narran esos días en la cárcel, que marcan a la protagonista, no se centra en ello. Sino que algo tan terrible no deja de ser un salto, un pasaje más en la historia de reencontrarse consigo misma.

La búsqueda de esa identidad fuera de su país, que hace que no sea de allí a dónde va, pero tampoco sea del lugar que deja atrás. Ese continuo vagar, para encontrar un lugar dónde pueda ser ella misma, consciente de que las relaciones pasadas, no se van a poder llevar a ese futuro que está construyendo está muy presente en el texto.

Este libro que me llegó a través de masa crítica de Babelio desde Barbarie Editora, ha sido una gratísima experiencia. Me ha encantado su estructura en saltos, dónde auna el momento que está viviendo, sus sentimientos, sensaciones, con la narración e hilo de la historia.
 
Mención aparte merece Barbarie Editora, en un país plagado de grandes monstruos editoriales, crear un sello hoy en día... es de algo más que valientes, habla de amor a la literatura. No han recuperado un clásico, para vestirlo de dorados, seda y purpurina. Han encontrado esa obra con la que se quieren identificar y diferenciar del mercado. Se nota que hay mucha ilusión detrás de esta publicación y como lectores eso nos llega, la estética, el formato, calidad del papel... que un libro fluya, en muchas ocasiones no sólo tiene que ver con la calidad literaria, en esta obra todo suma.

Tenía muchas ganas de leer este libro porque es el primero que publica Barbarie editora, proyecto de una gran amiga. Como amante de la literatura hispanoamericana que es, su primera elección no ha podido ser más acertada: un texto de una reputada escritora argentina que, quién sabe por qué misterio, no había sido editado aún en España. Un gran descubrimiento el suyo 😊

Este libro relata la experiencia del exilio de la autora, que se vió obligada a irse de su Argentina natal por su condición de “enemiga de la dictadura”, pero no es exactamente una autobiografía, tampoco ficción, poesía o ensayo. A modo de género híbrido, la autora estructura el texto en saltos, que son algo así como ideas o reflexiones que pueden ocupar desde una palabra hasta varias páginas. Y, dando saltos, avanzamos en sus vivencias y reflexiones durante el tiempo que estuvo exiliada en Los Ángeles, desde la pérdida de raíces o la dificultad de manejarse sin saber el idioma, pasando por sus impresiones acerca de la vida estadounidense, el encuentro con personas que se intentan aprovechar de su situación, o las que sienten piedad y quieren ayudarla.

Huyendo del pasado y viéndose obligada a construir un presente no elegido, la protagonista tendrá que asumir que sus posibilidades laborales se ven reducidas a hacer de asistenta o cuidar niños. Esto, junto al continuo recuerdo de lo que dejó, sus vivencias en la cárcel argentina, la sensación de que ya nada es como era porque ella misma es una persona diferente, etc. todo ello convierte su existencia en un “no-yo”, una especie de sombra de lo que se fue. Porque cuando te exilias ya no hay marcha atrás, la vida se convierte en un acordeón de exilios (como dice la propia Kozameh).

Para terminar diré que esta es una lectura a la que posiblemente no hubiera llegado si no fuese por estar publicado en Barbarie editora, pero me alegro de que así haya sido. Porque aunque ha habido algunos saltos que no he entendido, también he encontrado otros que me han transmitido muchas cosas. Sin lugar a dudas, es una lectura con enjundia 😉

En este libro conoceremos a Sara, que aterriza en Los Ángeles tras una experiencia carcelaria y comienza así su exilio durante la dictadura militar Argentina. En él va a comenzar una búsqueda de sí misma en la que no pertenece al sitio en el que vive pero tampoco va a pertenecer al sitio del que ha salido.

El libro está maravillosamente escrito, y aunque a mi no me ha terminado de llegar reconozco que la estructura del libro, escrito como a saltos me ha gustado mucho.

Este libro me llegó a través de Babelio, de Masa Crítica, y desde aquí dar las gracias a la editorial, Barbarie editora, que se ha arriesgado a traer este libro a nuestro país en una edición tan preciosa. Se nota lo cuidada que está y el amor que tienen por este proyecto y eso se transmite a través de las páginas.

Me ha dado mucha pena lo que me ha pasado con este libro. Hay veces que hay libros que no son para ti y desgraciadamente este libro no es para mi. No estoy acostumbrada a leer este tipo de libros y reconozco que lo volveré a leer en otro momento, en el que seguro conectaré más con él.

Aunque yo no he llegado a conectar con el libro, os recomiendo que le deis una oportunidad.

La historia narra las vivencias y reflexiones de Sara, exiliada política a causa de la dictadura militar argentina. Desde que leí la sinopsis, me pareció un argumento sumamente interesante, además de necesario para dar voz a las personas que fueron víctimas de todo ese proceso.

La obra se estructura en 259 “capítulos” breves (aunque me parece mucho más acertado el término de “saltos” que se emplea en el propio título), que recogen las reflexiones, vivencias y recuerdos de la protagonista, en un flujo de pensamiento que salta de una idea a otra, al igual que una cámara fotográfica puede ir cambiando su enfoque.

La autora tiene un estilo poético y elaborado, hace uso de figuras retóricas que dan un carácter introspectivo al texto y que lo convierten en algo original y totalmente diferente a lo que había leído hasta la fecha.

Personalmente, yo no he conseguido conectar con la historia. Los “saltos”, el devenir en su flujo de pensamiento y las reflexiones me han llegado a resultar complejas, hasta el punto de no entender qué me estaba tratando de contar. Siento que sólo he conseguido rascar la superficie de esta historia, pero estoy convencida de que precisamente eso será lo que cautivará a muchxs otrxs lectorxs.