Montañas y tacones lejanos

Esta segunda parte de la biología, en teoría, se puede leer de manera independiente. Pero no sabréis cómo han llegado nuestros protagonistas a donde están, ni los motivos de sus respectivos comportamientos.

Ha pasado algo más de un año desde que Ramiro e Iván comenzase su relación. El Guardia Civil está realizando las prácticas en Cuenca y el fotógrafo trabaja en Madrid, pero viaja de forma constante para ver a su novio. Esa separación nos permite ver sus vidas sin el otro, sus sentimientos y sus reacciones frente a las diversas situaciones a las que se enfrentan.

Me gustan mucho ambos personajes, la forma en la que evolucionan a lo largo de la novela y cómo se enfrentan a las dificultades. Sus pasados, forma de ser y vivencias son muy diferentes y no les resulta sencillo encajar.

Iván es un chico transparente e ingenuo que tiene su vida enfocada a la montaña, motivo por el que entró en la Guardia Civil. Pero la vida le llevará por otros derroteros, e irá madurando mientras su vida y su relación se van complicando sin que él pueda hacer nada.

Ramiro lo pasó muy mal al salir del armario en su adolescencia y se metió de lleno en un mundo de excesos, drogas y sexo desenfrenado. Su relación con Iván lo va cambiando poco a poco, pero él se sigue considerando un fraude y no cree merecerse al muchacho. La separación le pasa factura y trata de solucionar los problemas como siempre ha hecho, pero nos queda claro lo mucho que quiere al montañero.

En un momento dado el libro da un giro inesperado que nos lleva por un camino que no me esperaba. Pero me ha gustado lo que nos cuenta la autora. Nos muestra los problemas que tiene el colectivo LGTBI en la mayor parte de África, la desesperación de los que buscan una vida mejor y mueren en el intento. También vemos cómo los perjuicios truncan vidas y carreras.

El romance secundario es una historia bonita y tierna que me ha gustado. En el epílogo la autora nos prepara para la siguiente novela, que estará protagonizada por uno de los secundarios de la historia de Ramiro e Iván.

Me ha gustado mucho el libro y lo he leído casi del tirón. El romance viene cargado de dificultades, algunas provocadas por lo diferentes que son ambos hombres y otras por injerencias externas. Las dosis de amor, sexo y problemas están muy bien integradas y no cansan. Me ha encantado reencontrarme con Iván y Ramiro y espero saber más de sus vidas, y de la de Romeo, en las novelas de los secundarios.