Montañas, cuevas y tacones

Tengo que decir que esta novela me ha sorprendido y me ha entusiasmado. No soy muy aficionada al subgénero erótico y suelo dejarlo a un lado, ya que en muchas de estas novelas se da un mayor peso a las escenas eróticas que al argumento, y para mí es fundamental una historia bien desarrollada, independientemente de la carga erótica que incluya. Aunque, en ocasiones dicho subgénero puede dar la vuelta a este concepto, como ocurre con este libro. Me he encontrado con un argumento muy bien elaborado, unos personajes muy bien definidos y una historia de amor profunda entre los protagonistas.

En principio, parece que la relación entre estas dos personas tan dispares no va a llegar a ninguna parte: Iván un muchacho sensible, tímido e inexperto en cuanto a las relaciones de pareja, y que no se atreve a confesar su homosexualidad y Ramiro, que le gusta vivir al límite, huye de los compromisos y las ataduras y lo único que le importa es su trabajo. Poco a poco, se irá profundizando en el carácter de cada uno y descubriendo muchos factores de su personalidad, sobre todo de la de Ramiro, sus vivencias del pasado son las que le empujan a actuar de esa forma. Lo dos experimentaran grandes cambios: Iván perderá el miedo a revelar que realmente es gay sin importarle el qué dirán, y Ramiro se dará cuenta que no solo el trabajo es lo más importante en su vida. Los dos se deben plantear hasta dónde están dispuestos a comprometerse.

De los restantes personajes, no se puede dejar a un lado la figura paternal de Tony, el diseñador, que es el que mejor entiende a Iván y a Ramiro, y sabe perfectamente qué es lo que necesitan.

Es muy interesante ver cómo en esta novela se describen todos los entresijos del mundo de la moda: la preparación de los vestidos de las colecciones, los desfiles de las pasarelas, las preparaciones de las sesiones de fotos... Un mundo tan glamuroso y extraordinario por fuera, pero competitivo y cruel, en muchas ocasiones, en su parte interna.

A través de esta historia también nos adentramos en el ambiente gay de Madrid, tan desconocido y sorprendente para Iván y tan atrayente al mismo tiempo, en el que puede mostrarse tal y como es, en un contraste total con el ambiente rural tan hermético y asfixiante en el que ha vivido.

La autora utiliza un modo de narrar ágil, un lenguaje sencillo y directo con el que transmite los sentimientos de los protagonistas y con ello nos ofrece una historia de amor intensa, de aceptación y confianza en uno mismo y en la persona a la que quieres. Una historia en la que se disfruta ver cómo evoluciona la relación entre los dos personajes, cómo van creciendo y se van comprendiendo el uno al otro. Y, la verdad, será interesante ver cómo sigue la historia entre los dos, ya que el final insinúa una continuación. Mientras tanto, os recomiendo que os animéis con este libro.

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