Me animé con este libro tras leer "Montañas, cuevas y tacones". Estaba segura que el primer libro de la autora me iba a gustar tanto como el segundo y no me equivoqué. La novela está dividida en tres partes con un número similar de capítulos en cada una. La narración en primera persona permite conocer bien a los protagonistas. Ángel es un joven de familia rica que está estudiando su segundo Máster. A pesar de tener la vida solucionada no acaba de encontrar su camino. Lo único que parece tener claro es su sexualidad y su necesidad de ayudar a los demás. Me ha gustado mucho este personaje, tanto sus inicios como su evolución. Lander vive en la calle y conoce a Ángel en el comedor social en el que este colabora. al principio solo sabemos del muchacho que es vasco y que se está escondiendo de alguien, pero su historia al principio es tan hermética como él. Poco a poco vamos descubriendo su vida, sus motivos para poner su vida en pausa y ser tan huraño, y nos vamos encariñando con él según evoluciona. Me ha gustado mucho la novela, está bien escrita y tiene una trama muy bien hilada que se sigue a la perfección. La autora consigue que el lector entre en la historia y sufra y se alegre con Lander y Ángel. Es de esos libros a los que te enganchas casi sin darte cuenta. La historia romántica es muy bonita y forjada a fuego lento. Los chicos son muy diferentes y provienen de mundos muy distintos y casi antagonistas. Su educación y entorno ha influído en ambos y ha marcado sus caminos. Pero juntos van madurando y evolucionando y dejando sus pasados atrás. Está narrada de tal forma que pareces vivirla desde dentro, y también hace que resulte creíble. Me ha parecido muy buena idea que la autora nos vaya dosificando el misterio sobre el pasado de Lander y como eso ha condicionado su vida. Eso permite que Lander se vaya abriendo poco a poco a Ángel y que ambos se vayan descubriendo despacio uno al otro, y a sí mismos. Poco a poco ambos van decidiendo que hacer con sus vidas, que estaban en pausa, a la vez que buscan un camino juntos. Laurent Kosta nos ofrece una novela romántica, entre dos chicos muy diferentes, que engancha desde la primera página. Una vez conoces a Lander y a Ángel te metes tanto en sus vidas que te cuesta soltar el libro. Os animo a darle una oportunidad a la autora, ya sea con este libro como con el segundo que ha publicado, del que estoy deseando poder leer la continuación. |