Le pongo cuatro estrellas, porque se las merece, me ha puesto los pelos como escarpias en algunos momentos de la narración. A parte de hacerme reflexionar acerca de la familia, hasta donde estamos dispuestos a llegar por nuestros seres queridos. La narración es fluida, a pesar que en momentos cuenta hechos muy crudos, pero el autor te los hace llegar de una manera cercana y sutil. Tengo que reconocer que esta lectura no la escogería en un primer momento, es decir, salí de mi zona de confort, y eso me hace encontrar libros como este, gracias al club de lectura de mi biblioteca, porque este fue una de sus lecturas.
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